Regreso a casa
De regreso a clases en nuestra aburrida escuela. Stacy y yo pasábamos demasiados tiempos juntos, más del que debíamos. Nuestras calificaciones se vieron alteradas por nuestros latidos. En realidad, no era el fin del mundo. Habíamos disminuido nuestro rendimiento académico, pero no lo suficiente como para convertirnos en los nuevos holgazanes de la secundaria.
Practicábamos juntos todo el tiempo que fuese posible con el instrumento de cuerdas. Nos prohibieron vernos por un tiempo hasta que nuestras calificaciones se nivelaran. Eso era una tontería, ya que asistíamos a la misma escuela y a la misma clase.
En algunas ocasiones llegamos más tarde a casa. Después de la escuela íbamos por ahí a comer un helado o algo. Pero no supongas que nuestras calificaciones continuaron disminuyendo más y más. Al contrario. Nos propusimos aumentar nuestras calificaciones para estar juntos sin barreras. Ayudábamos al otro con cualquier actividad e incluso hasta nos encubríamos. Más que novios éramos confidentes y amigos. Éramos infinitos.
Habían transcurrido un par de meses desde las vacaciones de verano, recordé que pronto llegaría el 3 de septiembre; el día del cumpleaños de Stacy. Debía buscar algo bonito para regalarle, algo mágico, un detalle que cada vez que ella observara se sintiera feliz. Algo con lo que me recordara.
Debía ser algo que no se consiga en cualquier tienda. Me senté durante horas junto a la ventana de mi habitación para crear una canción para Stacy. No quería cantarle una canción que todo el mundo supiera. No quería cantarle «El cumpleaños feliz».
Por lo que sabía Stacy cumplía trece años. Supuse que sus padres le organizarían una fiesta y ella invitaría a muchos de sus amigos. Faltaba aproximadamente un mes para el cumpleaños de Stacy, pero yo quería estar preparado para todo.
El día del cumpleaños de Stacy había llegado. Pensé que Stacy invitaría muchos invitados, pero no invitó más de diez asistentes, obviamente yo estaba en su lista de invitados.
Desde temprano le ayudé a decorar el interior de su hogar con globos y cosas de ese estilo.Los pocos invitados comenzaron a llegar a las cuatro de la tarde. Yo estaba listo y presente en el lugar desde hacían varias horas. Cuando Stacy subió a su habitación para acicalarse para el evento. En el momento que bajó por las escaleras me quedé impactado por tal belleza. Stacy era hermosa, pero ese día estaba más radiante que nunca. Traía puesto un vestido de color rosa. No sé cómo describir lo que en mis ojos se reflejó. Para resumir: era perfecta.
La fiesta estuvo llena de diversión y dulces. Cuando llegó el momento de que Stacy soplara las velas dije lo obvio:
—¡Pide un deseo!
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Sentimientos entre tinta y papel.
RomanceSinopsis Los paraguas se detuvieron en medio de lápidas adornadas con crucifijos, fechas, nombres y un verso visible que perpetuaba la memoria del difunto. Algunos llevaban allí más de cien años, otros sólo meses. Algunos de los que descansaban en l...