A través de la pantalla
Una mañana la computadora de la oficina emitió un sonido, me acerqué al dispositivo. Alguien había olvidado apagar la computadora. Me senté frente a la computadora, agarré el ratón, deslicé el puntero del ratón hasta el botón de apagado, me detuve al ver que el icono del E-Mail tenía varias notificaciones, arrastré el puntero hasta el icono y desplegué una nueva ventana. La última vez que estuve en la computadora había olvidado cerrar sesión. Abrí la bandeja de entrada, había cientos de mensajes al parecer del mismo emisor, deslicé la rueda del ratón hasta llegar abajo. Abrí el mensaje más antiguo:
«¡Hola, amor! ¡Ya llegué! Estoy bien, este lugar es increíble. Vivimos en una casa muy bonita, mi nueva escuela está ubicada a quince minutos de casa. ¡Te echo de menos! Perdona que responda tu mensaje un poco tarde, a mi familia le tomó varios días instalarse, y la computadora fue lo último que abandonó las cajas.
Te extraño mucho... sueña conmigo».
Al ver ese mensaje me sentí triste, feliz e idiota al mismo tiempo. Procedí a abrir el siguiente mensaje:
«¡Buenos días! ¿Cómo estás? De veras me haces falta... anoche miré al cielo directo a la constelación de Orión en busca de tu mirada. ¡Dime que tú también miras al cielo!»
***
«¡Hola, corazón! ¿Estás bien? Hoy toqué la canción que me regalaste en mi cumple, pero se escucha mejor en tu voz».
Uno a uno leí los mensajes que Stacy me había enviado.
***
«Colgué la pintura que me hiciste arriba de la chimenea. Cuando los invitados de mamá llegan a casa y preguntan por el artista que pintó la obra, muy orgullosa digo tu nombre.
Por las fechas de los mensajes pude sacar la conclusión de que Stacy no envió mensajes por un par de días. Quedaba solo un mensaje.
***
«¿Ya me olvidaste? ¡Prometiste que nunca lo harías!»
La tristeza me invadió al saber que Stacy pensaba que la había olvidado.
Puse mis manos sobre el teclado, una a una respondí las preguntas de Stacy.
«¡Hola, amor! Perdóname, olvidé por completo la existencia de la computadora, ¡Lo siento! Me alegro mucho por ti. No tienes ni idea cuanta falta me haces. Apenas cierro los ojos, te veo. Todas las noches miro al cielo buscando tu mirada. Pero sabes que las nubes en esta época se apoderan del cielo.
Por las noches solo logro dormir después de llorar en completo silencio por tu ausencia. No te he olvidado, ¡Te extraño demasiado! El año próximo iré a la misma escuela secundaria, ya no será lo mismo sin tu compañía, eras la única persona que conocía en ese lugar, no conocí a ninguna otra persona porque todo el tiempo lo compartí contigo.
La Navidad se acerca, pero no tengo razones para celebrar. El único regalo que quiero es a ti. He intentado pintar algo, así sea un garabato, pero no puedo sostener los lápices sin pensar en ti, no quiero dibujar otra cosa que no seas tú.
¡Te he echado de menos!», Oprimí «Enviar» me quedé frente a la pantalla del ordenador esperando un mensaje.
Casi que instantáneamente un mensaje viajó de regreso.
«¡Hola, cariño! Pensé que me habías olvidado», tecleó Stacy.
De inmediato puse mis manos sobre el teclado e inicié a escribir un mensaje codificado con amor.
«Yo nunca te olvidaré, ¿Recuerdas que te lo prometí?»De inmediato Stacy escribió:
«¿Recuerdas que prometimos estar en contacto? ¡Hace dos semanas que me fui y hasta hoy respondes mis mensajes!»
Leí y de inmediato respondí el mensaje:
«¡Lo siento! El dolor que me provoca tu ausencia no me deja pensar en nada más».
«¡Yo también te extraño!», escribió.
«¡Mejor no hablemos de cosas tristes!», escribí.
«Tienes razón. Mira esto». Envió un archivo adjunto, era una fotografía digital de ella sonriendo en la estancia de su nuevo hogar.
«Nunca perdiste tu sonrisa», agregué.
«Tú me enseñaste a sonreír en los malos momentos», argumentó.
Durante todo el día estuvimos frente a la computadora.
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Sentimientos entre tinta y papel.
RomanceSinopsis Los paraguas se detuvieron en medio de lápidas adornadas con crucifijos, fechas, nombres y un verso visible que perpetuaba la memoria del difunto. Algunos llevaban allí más de cien años, otros sólo meses. Algunos de los que descansaban en l...