Capítulo 63

7 1 0
                                    

Tétrica soledad


La soledad fue la única compañía que jamás perdí, ella siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas. Tuve suerte que el tiempo conspiraba en mi contra. De lo contrario nunca me había dado cuenta de lo que en realidad sentía por Sophia.


Faltaba poco tiempo para que mis últimos días en la escuela secundaria terminaran. Muchos aprendemos a valorar nuestros días en la escuela cuando está por finalizar. Todos pensamos que la escuela es nuestra época más aburrida, en realidad son de nuestros días dorados.


Cuando las clases terminaron yo me gradúe, una vez más con honores. Algunos de mis compañeros no alcanzaron la meta. Cuando las clases finalizaron mi amiga Alina se fue de la ciudad. Hasta el día de hoy no la he vuelto a ver. Escuché que ella se marchó a su ciudad natal; una ciudad del caribe colombiano conocida como La Joya De América.


Durante años mi padre me había transmitido un amor por la arquitectura. Yo decidí que quería estudiar esa profesión, pero en realidad fue mi padre.


La mañana del 25 de diciembre de ese mismo año recibí como regalo uno de los aportes astronómicos del padre de la ciencia. Esa misma noche lo primero que hice fue salir al jardín principal y apuntar el instrumento óptico directo a la constelación de Orión.«¡Siempre estarás conmigo!» Murmuré.


Aparté la vista del instrumento óptico, me recosté en el suelo y me quedé simplemente contemplando las doscientas cuatro estrellas de la famosa constelación que ahora ya no tenía la forma de un cazador, sino de un amor que no se esfumaba ni desaparecía.La noche era muy calma, ninguna nube oscura obstaculizaba la mirada de Orión. Miré a Orión y le pregunté:


¿Recuerdas cuando éramos tan solo unos niños? tras no obtener una respuesta me quedé callado y luego continúe hablándole a quien estaba del otro lado de Orión.Yo recuerdo cada momento que compartimos juntos. Recuerdo que todo lo que decías me robaba una sonrisa. Vaya que tenías un muy buen sentido del humor, eras muy feliz, y eso me hacía feliz a mí.


¿Recuerdas todas las tonterías que solíamos hacer? Sí que éramos chicos, recuerdo que tú eras un poco loca ¿Sabes? Aún sigo viéndote en los lugares en los que estuvimos.

A veces quisiera devolver el tiempo y quedarme a vivir allí, en el lugar en que más feliz me recuerdo. Si pudiera devolver el tiempo y cambiar algo, no cambiaría nada, porque, aunque eso implique mi felicidad junto a ti, no me arrepiento de nada de lo que viví contigo ni con nadie más, porque eso me hizo fuerte. Todas las experiencias que viví en el camino son lo que hoy me define.


Quisiera volver a verte de nuevo, tenerte enfrente de mí una vez más, tomar tu mano, mirarte a los ojos y volver a decirte todo lo que significas para mí. Te envolvería en mis brazos y por última vez te diría ¡hasta pronto! Pero guardaría la esperanza de volver a verte otra vez y decirte lo mismo, decirte que te amo. Solo eso quiero, solo quiero que sepas que aún te amo.Creo que nunca más me volveré a enamorar, porque siempre estuve y estaré enamorado de ti. Por las personas que posiblemente conoceré no sentiré amor, solo un poco de cariño. Tú eres y siempre serás mi único amor.


Vaya que ha transcurrido mucho tiempo, pero aún recuerdo todo con perfecta claridad. Recuerdo tu risa. A veces aún escucho las melodías que tú creabas, y no precisamente las que creabas con tu guitarra. Recuerdo tu sonrisa y eso me alegra. ¿Sabes? Yo nunca planeé conocerte, pero tampoco planeé que ya no estuvieras conmigo, nunca planeé enamorarme, pero mucho menos planeé que tú hubieses sido mi primer amor, yo no planeé nada, todo fue tu idea. Pese a que ya no estés aquí, aún te siento conmigo, en cada paso de mi vida, y sé que yo también sigo contigo. En donde quiera que estés te deseo todo lo mejor. 


Muchas gracias por haber estado en mi vida, muchas gracias por haberme regalado momentos que se quedaran por siempre en lo más profundo de mí. Quizá algún día podamos encontrarnos de nuevo, pero hasta entonces... ¡Adiós! Te extraño mucho...Stacy Steventh.

Sentimientos entre tinta y papel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora