Al llegar a casa pensé que mi madre me sometería a un interrogatorio, pero no fue así, no había notado mi ausencia.
En las semanas próximas fuimos inseparables, uno para el otro. Cuando nos separábamos advertimos al otro previamente. Aunque nos tratábamos como novios en realidad no lo éramos. Debía pedirle a su corazón que acogiera al mío.
Era viernes por la noche. Al día siguiente tenía planeado invitar a Stacy a una heladería que estaba muy cerca de casa, pero no tenía suficiente dinero. Mi padre trabajaba todo el día en el hospital y llegaba muy tarde en la noche. Esperé toda la noche en el sofá acompañado por las melodías de mi guitarra la llegada de papá. Para cuando papá llegó, yo estaba a punto de dormirme.
—¡Hola, papá! —dije entre dormido.
—Hola, campeón —dijo mi padre— ¿Qué haces despierto tan tarde?
—Te esperaba a ti.
Papá me miró extrañado. No era necesario que él tuviera poderes sobrenaturales para saber por qué lo esperaba.
—¿Qué necesitas? —dijo papá nada sorprendido.
—¿Recuerdas a Stacy?
—¡Habrías empezado por ahí! —dijo papá sonriendo.
—¿Cuánto necesitas? —preguntó papá.
No pedí ninguna suma de dinero, papá simplemente sacó su billetera y me dio un par de billetes. No necesitaba mucho dinero ya que tenía algunos ahorros.
—Vete a dormir —me ordenó papá.
Esa noche no pude dormir a causa de la ansiedad.
No podía esperar a que amaneciera para invitar a Stacy y tal vez pedirle que fuese mi novia.
ESTÁS LEYENDO
Sentimientos entre tinta y papel.
RomanceSinopsis Los paraguas se detuvieron en medio de lápidas adornadas con crucifijos, fechas, nombres y un verso visible que perpetuaba la memoria del difunto. Algunos llevaban allí más de cien años, otros sólo meses. Algunos de los que descansaban en l...