Ice heart [JakeHoon]

17: Yes and No

Abrió al fin los ojos. La luz blanca molestaba su vista, hacía un poco de frío. Se encontraba algo desorientado y se sentía muy débil como para enderezarse.

-¡Jakey! Gracias por despertar —dijo con los ojos llorosos mientras sostenía su mano izquierda—.

-Ni... Ni-Ki... ¿Qué hacemos aquí? —cuestionó con voz débil— ¿Estoy muerto?

-No hyung —se limitó a responder sorbiendo su nariz—

-Entonces, ¿por qué estamos aquí? ¿Y por qué lloras, Kiki?

-Le pedí a papá que busque a alguien que te rastree. Y estaba yendo en dirección a tu casa... Y bueno y-yo... Tú... No sé cómo pasó, pero si no hubiera estado ahí justo en ese momento...

-¿Qué me pasó?

-No lo sé... Tienes la costumbre de desmayarte en mis brazos Jakey.

Y después de mucho tiempo, pese al extraño y fuerte dolor corporal que sentía, se sintió feliz. El muchacho que aún se negaba a soltar su mano, en realidad estaba menos consternado y su ánimo había aumentado. Las cosas llevaron algunos minutos, tratando de ponerse al día con algunas cosas.

Rato después, un hombre alto, con un uniforme azul celeste y bata blanca ingresó a la habitación viendo a ambos jóvenes. Los miró con una ceja alzada.

-¿Ustedes están enlazados? ¿Ustedes son deltas, chicos?

-¡N-no! Es mi mejor amigo, ¿qué es lo que le ha ocurrido a Jake, doctor? —indagó tratando de desviar el tema—

-Bueno en ese caso usted no tuvo que ver.

-¿A qué se refiere doctor?

-Joven Shim, ¿usted se ha enlazado con algún omega? ¿O acaso... Ha encontrado su...

-Sí, sí lo encontró doctor. ¿Pero eso qué tiene que ver?

-Pues verán jóvenes. Al parecer, el paciente ha estado en contacto íntimo con aquel omega, o por otro lado desarrolló sentimientos fuertes por él. Yo lamento decir esto, pero, el chico ha tenido intimidad con alguien más. ¿De casualidad sabe si su ciclo de celo llegó estos días?

-A-ayer se adelantó su celo cuando estábamos juntos, pero y-yo... Escapé. —respondió tras largos minutos de silencio a causa de la información dolorosa obtenida—

-Pues, esa es una de las razones. Su lobo se ha estado sintiendo triste desde lo ocurrido, probablemente desde que él tuvo relaciones con alguien más. Tanto miedo y sensaciones negativas que tuvo lo ha debilitado.

Hubo un silencio incómodo, bastante triste para el alfa castaño. El médico volvió a tomar la palabra mirando con u  poco más de seriedad al chico.

-No obstante, usted presenta un desorden alimenticio porque no ha estado alimentándose de manera saludable, sus defensas están demasiado bajas y su salud física en general está bastante deteriorada. Mi Consejo es que se cuide mejor y, por otro lado... Que hable con su novio, de manera clara para que solucionen las cosas.

-E-está bien doctor... Gracias.

-Hasta luego —hizo un ademán con la mano y salió de la habitación cerrando la puerta tras suyo—

-Ese chico te ha traído problemas. Yo te aconsejo que hagas lo mismo que yo, controla a tu alfa.

-Pero... Eso no puede haber pasado, quizá es una equivocación, Kiki. —exhaló en voz baja evitando que su voz se quiebre—

-Ya basta JaeYoon. Y pasando a otro tema, ¿por qué no has estado comiendo? Y no, no me mires así, estoy muy molesto contigo —el chico le dió un ligero golpe en su brazo izquierdo, cosa que hizo que Jake jadeara por el dolor—

Lo había golpeado justo en donde su madre unos cuantos días atrás le había dado con el cinturón que tanto odiaba.

-Hyung... ¿Se encuentra bien?

-Sí es sólo que... ¡Ah! —se quejó bajito cuando su espalda se topó con la cabecera de la cama—

-Quítate la ropa. —al ver qué su mejor amigo no parecía colaborar, volvió a hablar— Ya me oíste, quítate eso.

Su mirada lo desafiaba, así que con algo de timidez se bajó la batalla, dejando al descubierto su espalda, brazos y pecho. Con golpes, moretones, heridas y marcas. El chico se quedó estático observando su cuerpo, no podía ser posible, ¿quién habría sido capaz de hacerle eso?

-¿Quién...?

-Mi mamá. Fue mi mamá.

-Voy a necesitar la historia completa.

-¿Ya tomaste la pastilla?

-Sí, es una dosis cada 12 horas según la caja, por 2 días.

-Estaría más tranquilo sí dentro de unos días te haces un examen médico.

-¿Tú estarías más tranquilo? Claro, se me olvidaba que mi opinión no cuenta.

-SungHoon yo no quería decir eso... Lo sabes...

-Yo sólo sé que en este momento te repudio con todo mi ser. Llévame a casa.

-Está bien.

Ambos chicos estaban caminando de regreso a sus casas, más sin embargo el pelinegro decidió entrar al mini market por algo de agua. Jay se dedicaba a dar vueltas en su lugar, hasta que sin darse cuenta, el alfa se topó con un chico rubio cenizo.

-Oh lo siento —se disculpó en coreano más con un ligero acento extranjero—

-No hay problema, disculpa la intromisión, ¿no eres coreano cierto?

-Oh no, soy japonés. Riki. Un gusto.

-JongSeong. Un placer.

-Oye idio...ta... ¿Por qué estás hablando con este chico? —se notaba en el ambiente la incomodidad que sentía SungHoon—

-Oh SungHoon, mira este chico acaba de llegar a Corea...

-Esperen... Él... ¿Es Park SungHoon?

-¿De dónde te conozco? —soltó con algo de desconfianza—

-El placer también es mío, joven Park... —dijo algo molesto— Me presentaré mejor esta vez... Me llamo Nishimura Riki, mejor amigo de Shim JaeYoon, suelo llamarlo Jake, ¿te suena?

Su mirada era filosa, como sí quisiera clavarle un cuchillo directamente al cuello. SungHoon tragó bastante fuerte.

-T-tú... ¿Qué es lo que sabes?

-Pues verás, una de las causas de que cayera inconsciente en la calle a horas tan tempranas fue que su amado destinado se metiera a la cama con otro. Sinceramente pareces un chico excelente, guapo, sereno, tu mirada dice que tu alma es pura... O bueno, tal como lo veo, es sólo una fachada ¿no? Mi amigo está en un cuarto de hospital llorando porque el primer chico del que se enamoraba terminó por acostarse con un alfa de quinta seguramente y que para colmo, se enteró por alguien más que por tí.

El insulto al dichoso alfa con quién Nishimura aseguraba que Hoon se había acostado sólo por placer le dolió a Jay. Pero en general, al Park menor le dolía más todo lo que acababa de oír.

-Entonces hay que resolver esto aquí y ahora mismo —soltó grave el alfa platinado—