Hacía frío, la lluvia caía helada y con fuerza. No tenía claro en qué punto había llegado hasta allí ni el porqué. Era todo muy difuso y complejo de comprender a simple vista.
En un sentido extraño su corazón se sentía en calma, totalmente sereno. Pero era una paz que se sentía extraña, como premonitoria de algún suceso diferente en su vida. Aunque, después de todo, en parámetros generales su vida ya estaba muy de cabeza los últimos meses.
Su vientre se veía cada vez más abultado, tenía ya 5 meses... Empezó a sentir algo moverse dentro de él, era su pequeñito. Le emocionaba sentir como el bebé intentaba comunicarse dando una patadita, porque así él mismo confirmaba que compartían el mismo vínculo debido a estar atados por ese lazo de padre y cachorrito. Que sus corazoncitos al igual que sus lobitos estaban conectados hasta la eternidad, confinados a amarse durante toda su existencia y hasta mucho más después del fin de ello.
En todo ese tiempo, había creado una conexión con el bebé, una bastante fuerte. A pesar de que al inicio no era un ser deseado, con el paso de los días Sunghoon empezó a tomarle cierta estima en el hecho de saber que provenía de sus entrañas. Era un pequeño bebé inocente que no tenía culpa alguna y que merecía amor, sin embargo ese aprecio, terminó madurando al punto de convertirse en un amor tan profundo como el que sólo se puede sentir una vez.
No había porqué confundir nada, su amor por Jake estaba igual de intacto o incluso más grande y fuerte que antes. El alfa robaba todos y cada uno de los suspiros que salía de sus finos belfos carmesí, estremecía su mundo con cada pequeña acción y sólo la mera presencia del chico iluminaba cada uno de sus días.
Copito, por su parte le provocaba ese amor paternal desde lo más profundo y cálido de su noble corazón que palpitaba por ambos seres que siempre serían la luz de la senda de su vida. El cachorro que venía en camino, le hacía sentir diferente y de alguna forma como si llenará algún vacío que ni siquiera él sabía que tenía.
Golpeaban su mente con calidez, aquellas memorias de la vez en que a Jake se le ocurrió borrar la insinuación constante de que Park era frío y cruel por parte de sus compañeros de escuela, diciéndole entonces que él en realidad era un verdadero príncipe de hielo por el arte que hacía en la pista de patinaje y por su rostro etéreo. Agregando también que entonces deberían llamar "Copito" al cachorro que venía en camino.
El ambiente por el que caminaba era en extremo helado, más parecía disfrutarlo de todas formas mientras seguía caminando y lograba apreciar bastante bien los bellos tulipanes, crisantemos, rosas y demás flores del paisaje a su alrededor.
Su camino era pacífico por el silencio que le acompañaba en cada paso que daba. No había nadie alrededor y aunque hubiesen otras personas, no las podía notar tan fácil.
En un punto, cesó la caída del agua sobre su espalda, más el sol no apareció en ningún momento, incluso tras varios minutos después el ambiente azul grisáceo seguía allí.
Sus pies se detuvieron por sí solos de un momento a otro, a sus oídos llegó un sonido extraño y alarmante, provocando una punzada sobre su pecho.
Un cachorro. Un bebé estaba llorando. ¿Y su madre? ¿Su padre? ¿No había nadie allí?
Corrió en dirección al llanto, con demasiada dificultad a causa de su abultado vientre. Su espalda y pies dolían, pero había encontrado entre arbustos el cesto café donde se hallaba la pequeña criatura.
El pequeño niño detuvo sus lágrimas al verle.
Se quedó viéndolo detenidamente, su vestimenta era blanca y para sorpresa de Sunghoon estaba seca, al igual que la preciosa manta de terciopelo lila que le cubría. Miró al niño en la canasta y apartó de su pequeña faz la cobijita para verle mejor.
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Ice heart [JakeHoon]
FanfictionA veces, hasta el corazón más frío puede dejarse abrigar por un nuevo refugio que esté dispuesto a protegerle. Y a veces el mundo parece querer ser una jodida mierda cuando encuentras a lo que más te dé vida. ❄Historia JakeHoon❄ ❄Otros ships: JayWon...