Ice heart [JakeHoon]

34: YoungMi? pt. 1

Otra vez. La mujer estaba ebria casi rozando un coma etílico tirada en el sofá de la sala.

Jake suspiró. La observaba desde el mueble contiguo. ¿Cuánto más tiempo iba a vivir así? Su madre era una alfa hermosa que cuando era un niño pequeño lo había tratado muy bien, le había hecho tanto bien cuando niño... ¿A dónde se había ido esa mujer tan noble?

Llevaba sentado ahí solamente observándola ya casi dos horas. Tiempo en el que la mujer sólo había estado soltando ligeras maldiciones o roncando.

Su dignidad estaba por el piso y no era para menos. Su orgullo quizá ya estaría bastante pisoteado. Sus valores sabrá Dios dónde estaban.

-N-no... No tenías el... El derecho... Reverendo idiota... No, eres... Un..

-¿Mamá? —cuestionó acercándose a los balbuceos sin sentido de su madre—

-¿Qué Jae? Tu madre no está para... Para defenderte. Aunque c-creo qué ni ella... Quería a un... Inútil como tú...

No tenían mucho sentido para Shim, puesto que este estaba interpretando lo que la mujer decía como si fuese dirigido a él. Pero estaba ligeramente equivocado.

De repente la mujer comenzó a abrir los ojos, topándose con los de su hijo. Sus orbes color chocolate se tornaron acuosos al verle ahí. Sin motivo alguno, su corazón se sintió encoger dentro de su pecho al ver a su hijo con la mirada triste y caída por sólo verla de esa manera.

-Mamá... No quería molestarte, yo mejor me voy a... A trabaja-

La mano alargada pero fuerte de la mayor tomó la manga de su camisa a cuadros jalando de ella para hacer al chico regresar sobre sus talones.

-No... Quédate.

-Pero, el dinero...

-No te vayas. Por favor... —las últimas dos palabras tensando los músculos de su cuerpo por completo al oírlas—

Se dejó atraer y se arrodilló frente a ella.

-Tengo... Tengo que hablar cont-

El timbre fue tocado. Nunca recibían visitas. Eso era extraño.

-Iré a ver, seguro es la vecina trayendo comida.

Le vió asentir y salió del ambiente.

Soltó un jadeo sorprendido al ver a la otra persona tras la puerta abierta de su departamento.

-Kiki... ¿Qué haces aquí?

El muchacho dejó escapar un poco de aire, con una expresión cansada en su rostro.

-Tenía que volver. No podía quedarme allá sin hacer o decir nada...

-¿Viniste desde Japón tú solo?

-No, no vine desde mi país y no estoy solo... Ya puede venir, está él...

De pronto se vió una delicada figura masculina asomarse por la esquina del pasillo. Los ojos chocolate del alfa pequeño se ampliaron y su corazón se sintió extrañamente feliz. Pero... No era el momento.

El omega se acercó hasta llegar frente a Jake y acunar el rostro joven entre sus delgadas manos.

-Mi niño...

-Papá... No sabía que vendrás en estas fechas, se supone que vendrías el año entrante...

-Pues... Digamos que tengo algunos motivos.

El hombre le miró de pies a cabeza, su hijo estaba un poco más delgado desde la última vez que lo había visto. Una pequeña cicatriz adornando su cuello y otras cuantas en sus manos. La mirada cambiada. Sus motivos eran muy fuertes.