Ice heart [JakeHoon]

10: El chico del parque

Saliendo de la escuela SungHoon se negó a ir a casa junto a Jay. Decidió despejar su mente y le dijo a su mejor amigo que por favor le avise a sus padres que llegaría tarde a cenar.

Caminaba sin rumbo hasta que llegó al mismo parque al que había acudido días atrás sin pensarlo. A paso lento pero tranquilo llegó a aquel lindo lago en el que había encontrado al chico que le llamó la atención.

Lo buscó instintivamente con la vista, recorriendo todo el lugar. Parecía estar dándose por vencido hasta que lo vió hablar con una niña a lo lejos al otro lado del lago entre los árboles pequeños que había allí, dándole un globo de color celeste sonriente. A él jamás le gustaron mucho los niños, pero ver aquella escena le enterneció el corazón, su mente, le traicionó mostrándole una imagen de ambos con un bebé en brazos, sentados en aquella banca que se encontraba cerca al muchaho.

El chico sin quererlo alzó la mirada y se topó con aquellos ojos negros, aquellos orbes tristes y reflexivos que sorprendió pocos días atrás en el mismo lugar.

Acarició el cabello cobrizo de la niña y la envió con su madre, quien le saludó con la mano alzada y se llevo a su hija por el caminito de tierra rodeado de ruedas de automóviles pintadas de colorinches; aquel día su turno había acabado más temprano y otra vez no quería llegar a casa, pensó un poco y decidió acercarse, de todos modos, aunque se sintiera algo inquieto se sentía bien de estar con el chico.

-Hola, mi nombre es Shim JaeYoon, pero puedes llamarme Jake. —el castaño se sentó a su lado y cordial pero tímidamente se presentó ante el desconocido— ¿cuál es tu nombre?

-¿Me hablas a mí? —el de ojos profundos y piel clara se apuntó a sí mismo con el dedo, sorprendido claramente—

-¿Ves a alguien más en esta banca?

-No... —contestó algo aturdido por cómo latía de desenfrenado su corazón y por cómo su lobo estaba actuando lleno de inquietud—

-¿Y bien? Oye, si no quieres hablar está bien, de todos modos ya me iba..

-No, no era eso... ¡Soy Park SungHoon!

-No tenías porqué gritar... —rió divertido y tierno el tal Jake— Ummm me gusta tu nombre... Ha de tener un lindo significado al igual de lindo que tu rostro...

-Ah, sí, eso creo... Tú y tu nombre también son bonitos... —las palabras del pálido salieron con tanta firmeza y tranquilidad que hasta él mismo se puso nervioso ante su acción—

El contrario se sonrojó, nunca nadie le había dicho tales cosas, ¿sería posible que alguien lo encontrase siquiera simpático? Lo observó algo asombrado y se animó a preguntar.

-¿De verdad crees eso? —enarcó una ceja viendo al menor con una sonrisa divertida—

-Oh pues... Sí, me parece que sí... Pero seguro todo el mundo te lo dice, ¿no es así?

-La verdad... —el castaño creyó que el chico a su lado se podría avergonzar si le decía lo que todos pensaban de él, pues podría verse mal intencionado así que decidió no decirle la verdad— A veces, en realidad no mucho, pero agradezco que hayas sido honesto, Hoon.

El pelinegro lo observó con una chispa de confusión en la mirada. Le gustó aquel apodo, le gustaba de sus padres, pero oírlo de los labios del chico era divino.

-No te creo, seguramente todos te dicen lo apuesto que eres... Mírate seguro en tu escuela todos te aman.

-Yo no voy a la escuela...

El menor lo miró incrédulo, ¿cómo era posible? Parecían tener la misma edad.

-A lo que me refiero es que, llevo la secundaria por internet, no puedo asistir a una real porque debo trabajar, honestamente es que no voy ahora, iba hasta el año pasado, pero emmm... Decidí que era mejor ponerme a trabajar mientras estudiaba y las cosas se me complicaron. Pero el año entrante entraré de nuevo, para el último año.