Ice heart [JakeHoon]

41: Change of plans

Esa sonrisa que al parecer no le sabía mentir estaba otra vez robándole un suspiro en la lejanía.

La voz de la maestra se podía oír en toda el aula, pero apenas era un murmullo a comparación de lo fuerte y rápido que latía su corazón con esos simples y coquetos gestos que le dedicaba desde su pupitre.

Estaba anonadado en esa belleza única de Jake, plenamente distraído de la clase de lo que sea que fuera. Sentía que le llamaban pero no distinguía la voz que poco le importaba en ese momento de su preciosa vista.

Para cuando se percató del insistente toque de su amigo, la expresión alarmada de Jake y el traje sastre de la señora Ahn se dió cuenta que estaba en un pequeñito problema.

-¿Puedo preguntar, joven Park, qué ha entendido de los últimos 10 minutos de explicación? —su mirada dulce aún estaba ahí, pero también tenía un ápice de firmeza—

-E-estaba hablando de...

Ni siquiera sabía de que iba la clase y mucho menos podía recordar la materia que estaban llevando en ese momento.

-¿Me distraje? —se excusó, aunque la verdad parecía más una pregunta que una respuesta—

-Um, sí, ya lo he notado. Por favor preste más atención en lo que... Lo siento chicos, la sesión terminó, pueden irse.

Un suspiro colectivo de alivio se oyó por todo el ambiente, dándole gracia a la maestra que soltó una risita.

-Park, te quedas.

-Bien profesora. —se apresuró a responder Jay—

-Tú no, Jongseong, se queda Sunghoon.

Si de por sí era pálido, logró empalidecer aún más. Tragó en seco y asintió.

Una vez que el salón quedó vacío, la mujer se sentó en la carpeta continua a la de Sunghoon.

-¿Qué ocurre con mi mejor estudiante?

-No pasa nada, señora Ahn... Está todo bien... —mintió—

-Puedo ver que hay algo con Shim, ¿es verdad? —contraatacó, con una pequeña sonrisa—

-Solo estamos saliendo...

-He visto como se miran, no me mientas más, Park. A lo que quiero llegar es que necesito que mientras estemos en clases se concentren en eso, sus estudios. Ya sabes que fuera del aula lo único que me interesa es que sean todos felices.

Sabía que tenía que centrar su mente en ciertas cosas a ciertas horas del día. Pero llevaba algunos días sintiendo bastante inquieto a su pequeño lobo, angustiado de algo referente al de orbes chocolate y no podía evitar dedicarle cada segundo que podía para contentar al molesto animal que sólo sabía quejarse.

-Cambiando de tema, me encanta lo fuerte que estás siendo respecto a los rumores pero... Cuentas conmigo si quieres romperte en algún momento, estando en cinta es normal que tengas momentos sensibles.

Ah, eso. Los malditos rumores de remitente desconocido. Ahora se preguntaba en qué había avanzado el equipo de policía...

Salió un rato después para encontrar a su amigo acompañado del bonito omega con apariencia de muñeca que tenía por novio.

-¿Jake? —preguntó, buscando al aludido con la mirada por todos lados—

-Se fue volando, recibió una llamada y tuvo que irse rápido. Dijo que te dejaba un beso y que te contaría luego.

-Bien...

-¿Vienes?

Sunghoon negó ligeramente con la cabeza, no planeaba ir tras ellos con las velas y el violín.