Ice heart [JakeHoon]

43: Before you go pt. 1

Su vida había cambiado tanto, por más problemas que tuvo en el transcurso de los últimos meses había sido muy feliz.

Su suerte había dado un gran giro en los últimos meses y estaba tan feliz ahora...

El pequeño y lindo alfa que tenía ahora por novio era el chico más atento que jamás pudo haber conocido y lo entendía en cada pequeño o gran problema que se presentaba. Le tenía una paciencia inmensa a todo lo que ocurría en su vida y hasta al propio omega cuando tenía un cambio abrupto de comportamiento o humor.

Muy pese a llevar un cachorro ajeno a la corta edad que tenía, Jake siempre estaba tranquilo respecto a la mera y sencilla idea de ver así a Park. No le importaba en lo más mínimo mientras su bonito SungHoon estuviese a salvo. Y vaya que luchó para conseguir ese objetivo a toda costa.

El obstáculo más difícil había sido él mismo, cada que lo alejaba por miedo a lastimarlo con esa pequeña vida, con llevar una "relación" de padres con su mejor amigo, por lo que se decía de él en la escuela o por cualquier otro factor...

Había que entenderlo, después de todo y a pesar de cualquier cosa, SungHoon era demasiado inseguro. Y tenía momentos en que pensaba que no merecía ser tan feliz al lado de alguien tan noble y sereno como Shim.

-Jakey... —llamó con voz suave, a lo que el mayor dirigió su vista a su rostro para observarle atentamente— ¿Puedo preguntarte algo...?

-Claro, Hoonie. ¿Cuál es tu pregunta?

Acariciaba el delicado rostro con paciencia, como si el tiempo se detuviera solo para ellos. Las horas de por sí parecían no pasar cuando estaban bajo aquel frondoso árbol del cual el alfa no recordaba el nombre, en el apartado más lejano del parque en el cual ambos compartieron sus primeras palabras.

-Pues... ¿Cómo estás? —dijo para incorporarse y sentarse frente a él, viéndolo con detenimiento a los ojos—

De todas las mil y un preguntas que pudo formular, había escogido lanzar esa precisamente.

Demás estaba resaltar que no se esperó en lo absoluto que esa fuera la cuestión que rondaba la cabeza del chico para haberlo tenido tan disperso.

-Bien. Estoy bien... Tan sólo míranos aquí, mira esto, ¿no es hermoso?

Después de resolver sus dudas quizás iba a ocupar tiempo de arreglar el detalle de lo mal que lo tenía la mirada enternecida del castaño sobre la suya cuando se suponía que anulaba el paisaje y sus palabras estaban firmemente hechas para él... ¿Qué iba a hacer el día que se quedara sin esos pequeños detalles de parte del alfa?

-S-sí... Pero me refiero, con todo lo que está pasando... Sé que tu madre aún se encuentra en el hospital y bueno... Ya sabes... —mientras articulaba cada sílaba iban sonando más a balbuceos—

-Sung, está bien... Sé que mamá despertará en algún momento y estaré ahí para verla. ¿Sabes? Creo que después de todo lo que ha pasado ella será diferente y tal vez, tan sólo tal vez, se llevará mejor con mi padre... Prefiero ser optimista, ¿comprendes? Todo estará bien. —le sonrió—

-Y yo quisiera ser como tú cuando crezca... —bromeó, con un puchero infantil en sus labios—

Negó suavemente y besó la frente del menor, tomó su mano y comenzó a acariciarla con cariño.

El tiempo otra vez parecía no transcurrir en lo absoluto. No les preocupaba, tenían toda una vida para lo demás, el tiempo que podrían pasar juntos siempre sería prioridad y oportunidad única.

-No te vayas nunca, Jake... No me dejes jamás... Y yo estaré siempre aquí. —se animó a apuntar el lado izquierdo del pecho contrario—

-¿Irme y dejarte? No digas imposibles, mi pequeño. De cualquier forma, te lo prometo, siempre estaré a tu lado. No olvides nunca que somos uno y por tenerte a salvo estaré dispuesto a todo...