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Charly vió en una planilla que justo en ese momento Camille debería estar grabando, así que se encaminó a la zona en la que se encontraban las cabinas y en efecto, ahí la encontró.

Se quedó parado en el marco de la puerta cruzado de brazos mientras escuchaba a la menor cantar junto a Drama Key una de las canciones para el álbum debut de la rubia.

Ambos se llevaban muy bien y se admiraban mutuamente, así que ¿Por qué no hacer una colaboración?

El ojiazul movía su cabeza mientras escuchaba la canción, que le había parecido increíble. Todas las canciones de sus amigos le parecían increíbles.

Ella dice que te quiere, pero no te quiere como yo, yo, yo. Ella dice que te ama, pero no te ama como yo, yo, yo.—cantó Charly en un susurro casi imperceptible, ya se sabía un pedazo de la canción debido a que la chica se lo había enseñado mientras lo componía antes de su pelea cuando él estaba de gira.

Después de unos minutos, terminaron de grabarla y se abrazaron mientras sonreían. Al igual que Charly, ellos tampoco tenían duda de que iba a ser una de las mejores canciones en el álbum, a pesar de que aún faltaban unas cuántas por grabarse y escribirse.

El jefe entró silvando y aplaudiendo con emoción, haciendo percatar a todos de su presencia.

Desde la cabina, los cantantes se percataron de la presencia del hombre y rompieron el abrazo, para que después Drama le dedicara algunas palabras a Camille y saliera de la cabina.

—La rompieron, mijo.—habló Charly con una sonrisa en dirección a su amigo, chocando puños con él para darle un abrazo rápido.

Las demás personas presentes en la habitación también les dieron su opinión sobre la canción, y cuando el ojiazul vió que Camille estaba con la disposición de salir de la cabina, caminó hasta la puerta de esta, impidiéndole el paso.

La británica trató de salir por un lado, pero el más alto se movió junto con ella, y cuando intentó salir por el otro lado, Charly hizo lo mismo.

—¿Nos dejan solos un momentico, por favor?—pidió el ojiazul, volteando a ver a los demás, quienes de inmediato accedieron y se fueron.

El cantante caminó dentro de la cabina, haciendo a la muchacha retroceder para que no se chocara con ella. Una vez estuvieron dentro, el de cabello azabache cerró la puerta de la cabina y se acercó a su amiga.

—¿Qué querés, Charly? ¿Viniste a decirme otra vez lo estúpida que soy? Pues no perdás más tu tiempo porque eso ya lo sé, dejáme salir.—le dijo, poniéndose a la defensiva.

—Ey, no vine a eso. Todo bien.—el mayor alzó las manos en señal de paz.

—¿Entonces?

—¿Cómo estás?—inquirió como respuesta a su pregunta.

Camille lo miró incrédula.

—Estoy increíble, si vieras lo bien que estoy. Mi ex me puso los cachos y ahora se la pasa buscándome para rogarme, mi hermano me odia y prefirió irse a Inglaterra que seguir aquí viéndome, mis papás y los de Diego se enojaron con nosotros porque Jack les contó todo, los fans siguen creyendo que estoy con Diego y algunos me están tirando hate porque me emparejaban con vos, y por último pero no menos importante, mi mejor amigo es un imbécil y también me odia. Todo está del putas, nunca estuve mejor.—soltó, siendo irónica al decir que estaba muy bien.

Auch, sí le había dolido que lo llamara imbécil, aunque eso había sido con ella, un imbécil.

—Siento mucho oír eso.—Charly hizo una mueca.

—¿Sí? Pues que lo sintás no va a arreglar nada, pero gracias, me da mucho consuelo.

—Princesa, por favor bajá la guardia. No vine a pelear, todo lo contrario. Te quiero pedir, desde el fondo de mi alma, una disculpa por todo lo que hice y te dije. Y respecto a lo último que mencionaste ahorita, ya te dije mil veces que no te odio, y sí, soy un imbécil.—se disculpó.

—Charly, tampoco se trata de mentir por convivir. Si me odiás, está bien, no hay porqué negarlo.—la rubia se encogió de hombros.

—Que no te odio, ome. Yo puedo odiar a todo el mundo, pero a vos no. Jamás.—el cantante la miró a los ojos y se acercó a ella aún más, haciéndola retroceder.

—¿Por qué? ¿Por qué decís que a mí no?—siguió retrocediendo y su espalda se encontró con una pared, en la que Charly la arrinconó con las manos, sin acercar demasiado su cara.

—Creo que todavía no te hacés una idea de lo que sos para mí.—le dijo en un tono bastante tranquilo, aunque tenía una revolución interna al tenerla tan cerca.

Negó con su cabeza, dándole la razón al hombre, y aunque no estaba muy cómoda con él a diez centímetros de su cara, lo dejó pasar, porque sabía que no intentaría nada, y si lo hacía, lo frenaría de inmediato.

—Vos sos todo. Camille, sos absolutamente todo. Sos el sol y la lluvia, la tormenta y la calma, la alegría y la tristeza. Todo. Vos me hacés feliz, y por eso es que me afecta lo que hacés. Me porté como un imbécil porque me dolió que no me contaras, pero está bien, ya entendí que no tenías porqué contarme. Porque me hacés feliz, es que estoy vuelto mierda desde que peleamos. Y porque me hacés feliz, vine a pedirte una disculpa, porque me di cuenta de que no puedo estar sin vos. Junto con mis hijos y mi mamá, vos sos lo más especial que tengo, princesa. Nadie nunca llegó a significar tanto en mi vida en tan poco tiempo como vos lo hiciste. Sos mi mejor amiga en todo el universo y no quiero que te alejés de mí.—suspiró y tomó aire, sintiendo sus ojos arder—Perdonáme por ser un mal amigo, por favor perdonáme. Me hacés mucha falta, princesa.—finalizó, con los ojos cristalizados y la voz rota.

Después de escuchar aquello, Camille no tenía palabras, por lo que su única reacción fue rodearle el cuello con los brazos para abrazarlo fuertemente.

Charly se agachó para no quedarle tan alto a la chica, y le rodeó la espalda con los brazos en un fuerte abrazo mientras escondía su cara en el cuello de la rubia.

—Te adoro.—musitó la británica, depositando un beso en la nuca de su amigo.

—Yo te adoro a vos.—sacó su rostro del cuello de la ojiazul, para posar sus manos en sus mejillas y estampar su boca contra la frente de la menor.

Y con eso, volvieron a abrazarse.

Texting Charly FlowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora