MAKE ME 2 [Rafe Cameron]

La llamada

Después de 2 meses, mi relación con Rafe seguía flote.

Es cierto que desde aquella noche aún no habíamos puesto ningún nombre a lo que teníamos, pero estaba claro que nos necesitábamos mutuamente y que eso no iba a cambiar.

Todo iba bien, Rafe estaba mentalmente mucho más estable, Andrew estaba totalmente desaparecido de mi vida, porfin tenía mi moto, mi moto!!
Ya podía manejar y desplazarme a todas partes, pero aún así me gustaba subirme en la gran moto de Rafe y agarrarme a su espalda.

Estaba tumbada en la habitación de Rafe, con la tele encendida, aunque no la estaba haciendo mucho caso, estaba con mi movil pasando historias.

Mientras tanto, Rafe se duchaba.

La verdad podría haber entrado en ese mismo instante, escuchar el agua de la ducha cayendo y saber que Rafe estaba debajo de ella me ponía a mil.

Después de un rato porfin se abrió la puerta del baño.
Sinceramente me quedé embobada.

Rafe, con una toalla blanca que le rodeaba la cadera y dejaba al descubierto su abdomen chorreando pequeñas gotas de agua.

Su pelo seguía húmedo y caía liso por su cara, tapándole los ojos.

Rafe se revoloteó el pelo con una mano para quitar la humedad y me miró de reojo.

Vio que estaba totalmente embotada en cada gota que le caía por ese abdomen tan perfecto y bien formado, la toalla estaba muy baja, ojalá lo estuviera un poco más.

Rafe chasqueó los dedos y me despertó de mis pensamientos sobre él.
-Mi cara está aquí.- Dijo medio riéndose de mi.

Yo fui sincera.
-Ahora mismo tu cara me interesa muy poco.-

-Ah si?- Dijo acercándose lentamente hacia donde estaba yo tumbada en la cama, cada paso que daba me iba mostrando más su gran altura.

Cuando ya estaba delante mío, puso sus dos manos apoyadas en la cama a los dos lados de mi.

Me miró fijamente, con cara de competividad.

-Y ahora?- Dijo sin apartar la mirada de mi.

-Ahora no estoy tan segura.- Le dije.

A Rafe le salió una pequeña sonrisa y se acercó a mis labios para besarme.

Era tan divertido estar con Rafe, nuestro juego nunca se terminaba, siempre habia algo y era demasiado entretenido.

Entonces, justo rozando mis labios, mi móvil comenzó a sonar.
Una llamada inesperada.

Una llamada inesperada que lo cambió todo.

Rafe se paró antes de besarme y yo le aparte para poder coger el teléfono.

Era john B, qué raro, nunca me solia llamar.