MAKE ME 2 [Rafe Cameron]

fiesta p.4 "mala espina"

Su cuerpo seguía acorralando el mío, apenas sin aire intenté hablar:
-Pero...- Inmediatamente Rafe me puso un dedo en mis labios para callarme.
-Callate.-

No le respondí, su dedo seguía presionando mis labios y le miraba sumisa.
-Vale?- Dijo para que contestase.

Afirme con la cabeza para que se enterara que le iba a hacer caso.

Quito su dedo a presión de mis labios y lo bajo lentamente rozando desde mi barbilla a mi cuello.
Ya con su mano en mi cuello, lo rodeó y acercó su cara a milímetros de la mía.

Torció la cabeza y comenzó a besarme.
Me beso lento y seguro y eso me encantaba.

Sabía que hacer perfectamente para subir mi temperatura corporal.

El beso comenzó a hacerse más rudo y yo subí mis manos a su nunca.

Mientras nos besábamos intensamente, subi una de mis piernas y la coloqué sobre su cadera para juntar más cerca nuestras partes.

Sin esperármelo el subió mi otra pierna también, dejándome con mis piernas rodeadas en su cadera y presionada contra la pared.

Nuestras partes se juntaron y notaba su gran ereccion.

Sus labios mordían los míos y yo tiraba de su pelo, eso le hacía gruñir y hacerme todo con más fuerza e intensidad.

Derrepente, me bajo de su cadera, dejandome de nuevo en el suelo y paro de besarme, yo
no entendía nada.

Su gran altura empezó a disminuir cuando vi que se estaba agachando para quedar enfrente de mi corta falda.

La levantó con las dos manos y justo después cogió mi ropa interior con sus dientes y comenzó a bajarla lentamente entre mis piernas mientras que seguía sujetando la falda. sonrió de medio lado y con deseo, sabía lo que hacía.

Ese gesto me puso muchísimo, nose
como podo calentarme tanto solo con sus gestos.
Volvió a levantarse y me miró con superioridad.
Mi ropa interior estaba tirada en el suelo, estaba totalmente puesta para él.

Sin esperármelo, me giro bruscamente contra la pared, cogió mis dos manos y me colocó las palmas en la pared.

Torcí mi cabeza hacia él para mirarle.
El torció mi cara hacia el frente y me la pego en la pared de nuevo.

Sin reproches, esperé haber que iba a hacer.

Justo en ese momento comencé a oír el sonido de su cinturón desabrochándose, ya sabía lo que venía, solo con por eso y no verlo sentía mis latidos más rápidos.