MAKE ME 2 [Rafe Cameron]

"Nos vemos, Valen"

-Que?- Le pregunté nerviosa e intentando controlar mi mareo.

-Me has odio, responde.- Dijo cortante y serio.

-Joder Rafe, solo han sido dos caladas de maría, tampoco pasa nada, estoy bien.- Dije obvia con las manos a los lados.

Rafe negó con la cabeza y segundos después me cogió fuerte de la muñeca.

Comenzó a llevarme hacia la parte trasera de mi casa, ya que el se la sabía y es donde llevaba a todos los invitados.

Porfin salimos de la puerta y ahí estaban Lorenzo y jenny, riéndose de algo.
Cuando vieron a Rafe enfadado y agarrándome de la muñeca cambiaron su semblante y le miraron.

-Porque le dais esa mierda?- Les dijo Rafe con descaro.

-Rafe...- Jenny se levantó despacio mientras lo demás callamos.
Se puso delante de Rafe y le señaló.
-Que yo sepa "esa mierda" tú también la consumes.-

Rafe tensó la mandíbula.
-Bien, ese es mi problema, pero no quiero que ella consuma nada, esta claro?-

Me solté harta del agarre de Rafe y me coloqué enfrente suya.
-No soy una niña pequeña, yo consumiré lo que quiero, se lo que hago, no necesito tu control.-

Rafe pensó mirando al suelo, parecía cabreado, pero porfin veía su cara de entendimiento.

-Bien, haz lo que quieras.-
Me esquivo y se tiro a uno de los sofas para apoyarse en el respaldo cansado.

Los demás confundidos nos sentamos también en donde estábamos antes.

Hubo unos minutos de silencio.
Tampoco me enteré mucho del tiempo que pasaba, ya que para mi pasaba rápido por el efecto de la maría.

-Voy a por algo de beber.- Dijo Rafe cortando el silencio y levantándose del sitio para dirigirse a la puerta.

-Te acompaño.- dije detrás de él.

Ande detrás suya el recorrido hasta la cocina.

Rafe se dirigió a la estantería de los vasos, estaba algo alta pero el podía llegar perfectamente.
Al levantar el brazo para abrir la estantería sus músculos se tensaron y la camiseta se le subió levemente, pudiéndose ver las venas de su abdomen bajo...

Me dirigí hacia el en cuanto dejo el vaso en la encimera y le di la vuelta hacia a mi.

Cogí su cara sin que se lo esperara y me lancé a él.
Bese sus suaves y deliciosos labios con ansias y el se dejo, agarrándome con una mano mi nuca.

Le tenía ganas, le tenía muchas ganas, Rafe era adictivo.

Mientras nos besábamos comencé a bajar mi mano lentamente por su abdomen.
Hasta a través de su camiseta se notaba su fuerte y marcado abdomen.