- Gisele – escucho una voz llamarme mientras aun permanezco en el suelo-. Gisele – vuelve a insistir.
- Se ha caído y dejado a todas en ridículo – alega una voz con sorna a mis espaldas.
Vuelvo a mis cinco sentidos después de haber visto aquella figura tan familiar para mí.
- Lo he arruinado Celine – me levanto dándole mi mirada esta vez a mi mentora-. Lo lamento muchísimo.
- Sabía que no era de fiar – bufa Lorette.
- Basta ya Lorette – le reprende Celine-. Cualquiera comete errores, además no creo que nadie haya visto este percance. Gisele, ¿estás bien? Te ves pálida muchacha.
- Estoy bien – tomo aire en mis pulmones-. Me he llenado de nervios es todo.
- Bien, no quiero más errores en el segundo acto, espero todo salga perfecto.
Las chicas murmuran entre sí, sé que hablan a mis espaldas de lo poco profesional que me comportado en el escenario, ninguna de ellas piensa en algo distinto que no sea el buscar el mínimo defecto para lanzar sus críticas.
- Tranquila le puede suceder a cualquiera – Celine trata de calmar mis nervios quedándose a platicar unos cuantos minutos antes de que continúe el espectáculo-. Tuve muchos errores en mi juventud al igual que tú, es algo normal.
- Es mi primer protagónico y lo he arruinado – alego-. Quizás debí renunciar a seguir con el ballet después del nacimiento de Joyce.
- ¿Qué ha sucedido allí afuera? Parecías afectada por lo que hubieras visto.
- Es difícil de explicarlo – aprieto mis labios con fuerza.
- ¡Celine, el segundo acto ya va a comenzar!– le grita el asistente a ella.
- Bien, me lo dirás cuando acabe todo, ahora regresa allí y demuéstrales a todos que puedes recuperarte.
Entre los halagos de Celine y mí intento por no darme por vencida con mi sueño regreso al escenario tomando mi lugar entre las chicas, vuelo a mi posición inicial y dejo que esta vez mis pensamientos me alejen de cualquier distracción allí presente.
Solo he dejado que mi ilusión por ver a Antoine una última vez se meta en mi cabeza con tanta insistencia que para que me juegue ilusiones.
Antoine.
Ni en mil años lo olvidaría.
Escucho la tonada final de la melodía que ha estado sonando, levanto mi quijada y me encuentro con toda la audiencia de pie aplaudiendo.
Lo ha hecho bien Gisele. Lo has hecho.
Mis lágrimas de alegría se acumulan en mis ojos, no me doy el lujo de llorar porque lo he hecho en el pasado por cosas realmente dolorosas.
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Danzando con el Destino
Roman d'amourGisele se ha esforzado en cumplir su sueño desde niña, el tener un puesto en una de las prestigiosas academias de ballet de Paris, su talento es único y admirado por muchos a pesar de la difícil vida que ha llevado. Nathaniel Muller, candidato reco...