Capitulo 7

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Con suerte pude controlar mis impulsos en aquel mismo instante

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Con suerte pude controlar mis impulsos en aquel mismo instante.

— Eres nefasto —le susurro al ver que su intención era aquella.

Nathaniel deja escapar una risa.

— ¿Qué dices de la propuesta? Aún se mantiene en pie.

— No, es un rotundo no.

Me aleje dándole la espalda para regresar de nuevo a la mesa en la que Celine nos esperaba. Pero no era el tipo de hombre que se daba por vencido tan rápido.

— Tengo la leve intuición que pronto me dirás que sí, y al final de cuentas terminare ganando.

— Te veo muy seguro de eso, ojala no te estrelles con el vidrio como las moscas.

Primero tendría que estar lo suficientemente alcoholizada para acceder a tal locura creada por su ambiciosa mente. No dejaría que Nathaniel Muller se encargara de usarme en sus planes.

— Llegan justo a tiempo para pedir la cena —dice Celine mientras ambos tomamos nuestros asientos.

— Parece que las miradas se han puesto en nosotros desde mi llegada —interviene Nathaniel.

— Pues solo se trata de una equivocación —replico y me aclaro la garganta—. ¿Verdad señor Muller?

— Claro señorita Dumas.

Celine no pronuncia ninguna palabra después de aquella charla intercambiada con Nathaniel, nada que no fuera relacionado con el evento que aun creía se realizaría, pero debía hacerle frente a la situación.

No podía seguir mintiéndole.

Mi sistema no aguantaría el peso de semejante mentira y tampoco haría aquel pacto con Nathaniel como si se tratara de una persona que vendería hasta su misma dignidad por un par de billetes.

La cena termino en medio de algunas risas por parte de Nathaniel y Celine que contaban sus anécdotas más graciosas, me quede con la mirada puesta en él, para que no olvidara que sería firme con mi decisión y que su dinero de por medio no me intimidada.

— Celine —le llamo antes de que suba al auto que la llevara a su casa—. Hay algo que debo decirte...

Siento una mano que me sujeta para seguir hasta ella.

— No lo hagas —pide Nathaniel por lo bajo.

— Tú no me dirás que es lo mejor o no —le replico.

— ¿Cómo crees que va a tomar la noticia? ya se ha armado ideas en la cabeza hasta ha contratado a los de decoración.

Observo como Celine sube al auto sin haberme escuchado, cierra la puerta y con ella misma desparece mi oportunidad de decirle todo.

— ¡Esa es tu culpa! —exclamo para soltarme de su agarre—. Has engañado a todos con un único objetivo y es ganar el puesto de presidente.

— Baja la voz —me reclama.

Danzando con el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora