Capitulo 17

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Acomodo a Joyce encima de la cama, suspiro para mis adentros tratando de tomar fuerzas para confesar todo

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Acomodo a Joyce encima de la cama, suspiro para mis adentros tratando de tomar fuerzas para confesar todo. Me acerco hasta el mueble en el que Nathaniel ha dejado segundos antes nuestro equipaje, rebusco entre mis cosas una fotografía de Antoine, la sostengo con fuerza y decido que este es el momento para mostrarle que son como dos gotas de agua.

—Nathaniel te lo he querido decir desde antes, pero....

El sonido de su móvil nos interrumpe en ese mismo instante.

—Lo siento es de la embajada, debo contestar —se disculpa alejándose para tomar la llamada.

Aprieto con fuerza la fotografía en mis manos, dejo escapar un par de lágrimas contemplando la imagen de los dos abrazos en ese hermoso recuerdo en aquel parque. Decido regresarla al bolsillo de mi pantalón para mantenerla oculta de él.

Nathaniel regresa al poco tiempo.

—Lo siento, necesitaban mi aprobación para algo, ¿en que estábamos? Oh, sí ¿qué es aquello que deseas decirme sobre Antoine?

—El que ambos eran idénticos en cuanto a hablar de lo que les apasionaba, tu forma de pensar me recuerda mucho a él, estoy segura que hubiera amado este lugar.

—Creo que él fue un hombre muy afortunado al tenerte a su lado —confiesa—. Sin embargo siento que te estas callando algo más.

—Bueno, quizás no lo hay dicho antes por miedo a revolcar en el pasado recuerdos dolorosos, pero, el día en que nació Joyce fue el mismo día en que él falleció —tomo aire con lo que estoy a punto de decir, ahora quería sacar parte de lo que aún me dolía, y parte condesarle aquello a Nathaniel me hacía sentir mejor.

—Si no quieres decirlo, no es necesario.

—Si lo veo necesario —le interrumpo—. Antoine y yo esperábamos que Joyce naciera la semana que venía, pero el bebé se adelantó, así que mi madre me llevo de urgencia al hospital, le llamo a Antoine, y él simplemente dejo su trabajo por ir a vernos, estaba muy emocionado por el nacimiento de Joyce, su sueño era ser padre —limpio una lagrima de mi mejilla—. La carretera estaba cubierta de nieve, y él venía a demasiada velocidad, las llantas resbalaron y el auto terminó chocando con una cerca de la carretera, los policías dijeron en su reporte que había muerto al instante.

Nathaniel guarda silencio ante lo que he confesado y aun con un nudo creado en mi garganta decido terminar de contarle sobre lo que paso aquel día.

—Estaba demasiado enojada con él porque no aparecía en el hospital para conocer a Joyce, no sabía nada de lo que había ocurrido, y fue entonces que mi madre recibió la llamada que cambio mi vida para siempre, ni siquiera sabía cómo confesarme lo que había sucedido, cuando supe todo, quise morirme, enloquecí, solo pensaba en Joyce, acababa de nacer y había perdido a su padre, estaba completamente sola, el mejor momento de mi vida se había convertido en el recuerdo más triste.

Danzando con el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora