Capitulo 5

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Me aclaro la garganta a las espaldas de Nathaniel

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Me aclaro la garganta a las espaldas de Nathaniel. Él deja a un lado el periódico que tenía en sus manos y me da toda su atención.

- ¿Deseas algo Gisele? – pregunta.

Quisiera que un enorme agujero se abriese en el suelo para que me llevara a otro lugar, muero completamente de la vergüenza por lo que estoy por decir.

- ¿Puedo sentarme contigo?

Él se mofa gracioso.

- Por supuesto – contesta.

Me termino sentando a su lado en aquel sillón, juego con mis dedos nerviosa.

- ¿Quieres decirme algo en especial? ¿Quizás algo en lo que pueda ayudar?

- La verdad... - titubeo.

Estaba a un paso de desistir de aquello, pero sucedió que mi vista dio con una Celine insistiendo en aquella propuesta.

- Necesito saber si puedes ser de ayuda en algo para la academia, además de que sería para una muy buena causa.

- Buena causa – frunció el ceño.

- Si, veras – resoplo-. Celine ha pensado en organizar evento benéfico en el que la gente venga y pague por vernos, los fondos se repartirán para el orfanato y la academia, pero necesitamos un...

- Necesitan alguien que promueva tal iniciativa, ¿o me equivoco?

- Así es – asiento.

- Y han pensado en mí – contesta.

- Sí, pero si no deseas hacerlo lo entenderé y...

- Lo haré Gisele – sonríe.

- ¿De verdad?

- Así es – asiente-. Lo haré porque por verte en el escenario danzando cualquier persona pagaría una buena suma de dinero, incluyéndome.

Me ruborizo tontamente con aquello.

- Le daré la noticia a Celine entonces, muchas gracias.

- Gisele, espera – Nathaniel me detiene de la muñeca-. No sé lo que sucede, pero cada vez que cruzas palabra conmigo te vuelves tensa y nerviosa, puedo notarlo. ¿Acaso te incomodo en algo?

Niego con la cabeza.

- No, por supuesto que no.

- Siento que si lo hay, y que no me lo deseas decir.

- Prometo que algún día lo mencionaré.

Me suelto del agarre de Nathaniel para ir rumbo a donde se encuentra Celine, pedirle favores a otros nunca había sido mi fuerte, menos cuando apenas los conocía.

- ¿Cómo te ha ido? – pregunta entusiasmada.

- Ha dicho que sí.

- ¡Oh, perfecto, maravilloso! – exclama con felicidad-. Me reuniré con las demás chicas para dar organización a todo.

Danzando con el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora