Nos hemos regresado a casa después de una maravillosa cena, hemos bailado las canciones y cantando a todo pulmón las letras de estas al ritmo de la música. Nathaniel se ha propuesto una vez más a cancelar un viaje político para quedarse en casa, pero me he negado a que lo haga conozco que tiene obligaciones por cumplir y no quiero interponerme en estos.
Así que a regañadientes lo he convencido de aquel próximo viaje a Italia.
Lo veo caminar de un lado a otro, me he despertado en medio de la noche y la primera imagen que me llevo es de mi marido parado en el marco de la ventana mirando a la nada.
—¿Nath? —pregunto y él gira su vista hacia mí.
—Gisele, ¿porque estas despierta a esta hora? —me pregunta.
—Es lo mismo que me pregunto —le respondo acomodándome entre las almohadas—. ¿Estás bien?
Él me mira y suspira, se acerca a mí y se sienta en una de las esquinas de la cama.
—¿Crees que he sido muy duro con ella? —me pregunta.
—¿Hablas de tu madre?
—Me cuesta mucho perdonarle lo que ha hecho, y mírame ahora, tratando de calmarme porque creo que he hecho mal en sacarla de nuestras vidas.
—Hay algo que no puedes cambiar de todo esto aunque lo intentes, y es el hecho de que ella fue quien te crio, quien te hizo ser lo que eres, sé que no quieres mirar en tu pasado, pero lo considero necesario para u propia tranquilidad.
—He intentado, pero te juro que me cuesta, cada vez que pienso en darle una oportunidad me regreso al día en que estuviste en emergencias por su culpa, ¿podrías haberla perdonado si nuestro hijo hubiera muerto? —se levanta de la cama da vueltas—. Yo tengo una respuesta de mi parte jamás lo perdonaría. ¿En qué ser se ha transformado?
—Nath ninguno de los dos podría haber imaginado que algo como esto sucedería. Y tampoco quiero pensar más en ese asunto. Solo trata de estar calmado, lo resolveremos juntos —lo tomo de sus manos y le doy un fuerte abrazo—. Regresa a la cama, deberías dormir mejor.
Él suspira y se tumba de nuevo a mi lado.
—Duerme —le susurro mientras se apoya en mi hombro.
**
Nathaniel ha decidido hacer ese viaje a Italia, ha mencionado que estará fuera durante tres dias, tiempo que usare para poder organizar mis ideas en cuanto a la creación de la academia, pero antes de ello debía ir y hablar algunas cosas con Celine.
He regresado a la academia Van Gloire pero esta vez no como una de sus alumnas, si no como alguien que decidió seguir con su sueño ayudando a otros desde el inicio.
—Celine, buenos días —doy un golpe a la puerta de su oficina saludandola antes de entrar.
Ella aleja la vista de unos documentos que tenía en la mano y me da su atención.
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Danzando con el Destino
Roman d'amourGisele se ha esforzado en cumplir su sueño desde niña, el tener un puesto en una de las prestigiosas academias de ballet de Paris, su talento es único y admirado por muchos a pesar de la difícil vida que ha llevado. Nathaniel Muller, candidato reco...