💐|| [CAPÍTULO XV]

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Apretó los dientes, viendo con asco el dildo que Perxitaa había dejado en el sofá, después tendría que lavarlo

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Apretó los dientes, viendo con asco el dildo que Perxitaa había dejado en el sofá, después tendría que lavarlo.
Su amigo ya se había retirado después de media hora de estar hablando.

Le había mandado un mensaje a Ibai para que fuera a su casa, había agarrado a ese hombre como su psicólogo personal, además de ser su compañero que le ayudaba a dirigir el pueblo.
Solo que el cabron normalmente se la pasaba fuera con excusas que iba a visitar a un tal Messi, cosas de él.

Se sentó en su sofá, incómodo de tener aquel objeto sexual al lado de él, tampoco se atrevía a tocarlo, no sabía para que clase de cosas lo había utilizado Perxitaa.
Espero paciente a qué su amigo de barba llegará de una vez, en eso llegó a su mente, no supo nada más de Axozer en la reunión.

Sepa los dioses dónde terminaría a parar.
No podía estar tras de él, estaba a nada de cumplir la mayoría de edad y si lo trataba como un niño solo terminaría agobiandolo.

Suspiró, que problema.
Unos golpes en su puerta lo sacaron de sus pensamientos, volteo a la entrada escuchando una vez más el mismo sonido.
Se levantó para abrirla.

— Buenas —. Saludo haciéndose a un lado para que el beta pasará.

— Auron ¿Para que me llamaste? Apenas y pude llegar a mi casa para poder cambiarme el traje.... ¡Ay dios mío! — Llevo su mano a su pecho mirando asustado el sillón, se le había ido el alma de golpe.

— ¿Que pasa? — se acercó a el preocupado, viendo como esté se recargaba en el mueble más cercano.

— ¿¡Por qué tienes una anaconda en el sillón tío!?

— ¿Anaconda? — Murmuró sin entender, volteó hacia el sillón encontrándose con el dildo.
No pudo evitar soltar una pequeña risa nasal.

— Por favor dime qué no me llamaste para...

— ¡No! Pero tío, no exageres coño —. Rio al escuchar al Beta soltar aire aliviado.

— Dios, tremendo susto macho —. Agarro aire, negando con la cabeza —. Creo que se me bajo la presión.

— No te preocupes, no hay nada que una buena bebida no ayude, pásale —. Señaló la cocina con la mirada, el de barba camino esquivando y procurando estar lejos del sillón.

— Dime la verdad ¿Por qué tienes eso ahí? — pregunto el de cabellos naranjas, mirando atento al Omega.
Este empezaba a servir un poco de jugo.

— No le tomes tanta importancia hombre, solo era un regalo que me trajo Perxitaa —. Se encogió de hombros dandole uno de los vasos a su invitado —. La verdad no me he atrevido a tocarlo desde que lo trajo.

— Menudo regaló —. Dió un largo sorbo a su vaso —. ¿Para que me llamaste entonces?

Interrogó siguiéndolo con la mirada, el Omega se sentó enfrente de él, teniendo el vaso entre sus manos y mirándolo serio.

❝𝙄𝙛 𝙮𝙤𝙪 𝙛𝙖𝙡𝙡 𝙞𝙣 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙨𝙚!❞「𝐺𝑒𝑛𝑒𝑠𝑖𝑠𝑃𝑙𝑎𝑦」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora