➠❲💐❳❝ Después del desastre de la boda de Juan y Karchez, hay tensión entre ambos pueblos. La única solución que se les ocurre para acabar con eso, es comprometer a dos habitantes importantes de cada pueblo❞
[💐Empezada: 18 de febrero 2022]
[💐Term...
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Se miro una vez más al espejo, verificando que todo estuviera en su lugar, algo que se le hacía totalmente estúpido, el era Auron, era todo un monumento. Ente ese pensamiento, se sonrió a si mismo en su reflejo, joder, si pudiera el mismo se daría. Pero bueno, acomodo algunos mechones en su cabello, verificando que la flama en éste estuviera en total normalidad.
Se sentía tonto por procurar su apariencia por una simple merienda, pero claro era de el pueblo 1, un pueblo que había sido estereotipado como el de más alta clase, salirse de esa imagen sería ser vulnerable ante los demás.
Soltó aire, esperaba que todo pasara para poder darse un respiró, el estrés y el cansancio empezaba a darle una mala jugada. Sus ojos avellana viajaron hasta el reloj de su cuarto, todavía faltaban unos minutos para reunirse en la aduana. Una idea paso por su cabeza, debía aprovechar para ir a ver a Luzu, no sabía nada de él desde el día de ayer y realmente le preocupaba.
Miro de reojo un una carta que estaba encima de su escritorio, este tenía como destinatario su pueblo y de remitente, Karmaland. Apretó los labios nervioso de solo ver aquel pedazo de papel.
Tomo las cosas que necesitaba dirigiéndose hacia la puerta principal, verificando antes que todos sus animales estuvieran bien y con comida, asegurando que la puertas estuvieran bien cerradas. Tal vez era demasiado paranoico pero esa merienda podría utilizarse como distracción para atacarlos, su lobo se alertó ante esa idea.
Rezando que no fuera así, salió de su hogar, si había una forma de tranquilizar la cosas entre ambos pueblos para que el tratado expirará más rápido, tomaría esa oportunidad. Caminó despacio hasta la isla del alfa, repasando una y otra vez en su mente las palabras que le dirigiría.
Pasando el pequeño puente, no pudo evitar pasar saliva, se sentía nervioso, secó sus manos sudadas en su pantalón. Se sentía como un adolescente hormonal a punto de hablar por primera vez con su interés amoroso, que era totalmente ridículo, Luzu y él tenía aproximadamente 4 años juntos.
Tocó varias veces el metal de la puerta, esperando paciente a qué el dueño abriera. Después de unos cuantos segundos, la puerta se abrió lentamente, Auron se sintió algo mareado por el repentino golpe de feromonas que lo recibió.
— ¿Luzu? — Pregunto tratando de asomar su rostro, intentado lo mejor posible no aspirar aquel aroma.
— Auron —.
Ahí lo vio, no fue nada bonito verlo con la capucha de su sudadera cubriendo su cabeza, su flequillo algo despeinado cubriendo uno de sus ojos. Paso saliva, algo dentro de el se removió ante aquella imagen. Aún así, no pudo evitar sonreír al ver aquel pequeño brillo en los ojos del alfa cuando lo tuvo al frente.
— Me preocupaste ¿Cómo te encuentras? — Murmuró acercándose a él, tentando terreno y esperando que no se sintiera agobiado.
— Me alegra que estés aquí, pensé que...— callo de repente mirando al suelo, apretando los labios —. Que estabas con Génesis.