➠❲💐❳❝ Después del desastre de la boda de Juan y Karchez, hay tensión entre ambos pueblos. La única solución que se les ocurre para acabar con eso, es comprometer a dos habitantes importantes de cada pueblo❞
[💐Empezada: 18 de febrero 2022]
[💐Term...
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Observó desde lejos como la chica de cabellos rosados se acercaba a su líder intentando entablar una conversación, esto le dió luz verde para jalar al búho y al demonio bicolor hacia un lugar un poco apartado del bullicio.
- ¿Pero que te pasa? - alzo una ceja Axozer sin entender.
- Que me dejas marca cabron -. Se quejó Fargan, acariciando su brazo en un intento de aliviar el dolor.
- No seas niña, escuchenmen los dos -. Susurró lo suficiente alto para que pudieran entenderle.
Ambos seguían caminando a la par, pero disminuyendo la velocidad, tenía el tiempo limitado pues en el momento que cruzarán el portal no podría hablar con ellos sin verse sospechoso.
- Hay que arruinar esa merienda -. Dijo directo sorprendiendo a los otros dos.
- Me apunto -. Accedió rápidamente Fargan con una sonrisa.
- ¿Pero por qué? - lo miro extrañado Axo.
- Hombre, no podemos estar expuestos ante aquellos salvajes, además si destruimos la confianza en esta alianza Auron quedará libre -. Trato de explicar lo más rápido posible con una sonrisa de esperanza.
- Eso me convence a mi, hay que pensar en la felicidad de nuestros líder -. Apoyo el búho, aunque en verdad solo quería hacer el lío, hacia mucho que no hacía nada ilegal.
- Bueno, eso lo entiendo ¿Y que haremos? -
Fargan y Axozer miraron atentamente al hechicero, este sonrió de lado, la iluminación en sus lentes provocaron que sus ojos no pudieran verse, esto les dió un leve escalofrío. Principalmente al cachorro de Omega.
- Eso dejenmelo a mí y síganme la corriente -.
Sus instintos les imploraban que hicieran todo lo contrario, pasaron saliva con algo de miedo.
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- ¡Al fin llegan! Pensé que nos dejarían plantados -. Rio ligeramente la alfa al ver a sus visitantes en la sala de espera de la aduana.
Seguida de Génesis y Paracetamor, la Omega sonreía al ver tan animada a su pareja, mientras el de cabellos oscuros solo los miraba de reojo disgustado. Entre sus dedos tenía sostenido una rosa, que Cristinini le había aconsejado (obligado) que se lo diera a Auron, para dar buenas impresiones.
