❝𝙄𝙛 𝙮𝙤𝙪 𝙛𝙖𝙡𝙡 𝙞𝙣 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙨𝙚!❞「𝐺𝑒𝑛𝑒𝑠𝑖𝑠𝑃𝑙𝑎𝑦」

💐 || [CAPÍTULO XXXIX]

— No quiero ni preguntar —. Murmuró Mónica al ver ambos prometidos en el marco de la puerta principal.

Génesis se veía como si le hubiera golpeado una pandilla de maleantes, tenía algunas hematomas adornando su piel, la mejilla hinchada, en su labio había una cicatriz y en su nariz había rastros de sangre.

Por su parte, Auron se veía intacto, solo que lo notaba demasiado perdido, le preocupaba que no estuviera durmiendo bien por las ojeras que había bajo sus ojos.
Además se había dado cuenta que esté no dormía en su casa, casi siempre esperaba a que todos se durmieran para irse a quien sabe dónde.

— ¡Ahora tú! — se acercó a Auron con aires amenazantes, incluso su aroma se hizo más potente. Esto provoco que Génesis y Auron se sobresaltaran —. ¡Te fuiste en la mañana sin siquiera almorzar! ¡Mírate, necesitas dormir!

— Mónica...— soltó un quejido al ser agarrado por la oreja.

— ¡Mónica mis cojones! Ahora irás a tu habitación y dormirás, me vale tus "responsabilidades de líder", por mi este pueblo se puede ir a la mierda... Pero tú, tú me importas —. Relajo su expresión mirándolo fijamente.

Esto sorprendido al castaño, pocas veces la alfa mostraba compasión hacia los demás, sonrió ligeramente. Soltando un poco de su aroma dulce, inconscientemente, vinieron a su mente aquellos vagos recuerdos de su relación con la mujer.

—... Ya Mónica, dime qué me quieres y te hago caso —. Sonrió juguetón sosteniendo su mano —. Es más, ¿Que tal si me das un besito? — señaló su mejilla, rompiendo esa atmósfera cálida que se había formado.
Sabía de sobra que a Mónica no le gustaba ese tipo de afectos.

— Te voy a dar tu besito, gillipollas —. La alfa se separó besando su puño, mirándolo amenazante.

— Jejeje...— rio nervioso, desvió la mirada.

— Adán, por favor... Llévalo a su habitación, y asegúrate que duerma —. Se cruzo de brazos mirando al hombre de traje, quien solo asíntio.

El beta se acercó al castaño, tomándolo del antebrazo en un intento de que no se le escapara.

Génesis por su parte, miraba aquellas escenas en silencio, se removió incómodo. No sentía que perteneciera ahí, es decir, estaba viendo un habitante con demasiado cariño "familiar".
Se sentía, raro.

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