Minjeong estaba tirada en su cama. No había absolutamente nada que se saliera de lo cotidiano. Era capaz de reconocer cada detalle de la habitación en la que llevaba viviendo los últimos tres años.
El techo tenía un color crema, no era completamente blanco. Las cortinas solían ser rosadas, pero por el golpe del sol ahora estaban algo más amarillentas, las cuatro paredes tenían un tono bastante similar al que alguna vez tuvieron las cortinas y el escritorio de madera con nada encima seguía con los mismos rasguños de siempre. Todo sonaba igual, todo olía igual (excepto por el leve olor a tinte de cabello)
Lia -quien nunca había cambiado su tono de pelo- la había convencido de que el rubio le quedaba perfecto y a decir verdad ella ya ni recordaba cómo lucía su cabello con su color natural. Pero de alguna forma la alentó a ponerse unas mechas color azul en las puntas las cuales habían sido cortesía de Chaeyoung, a cambio de una cajetilla de cigarros.
Los cigarros no estaban completamente prohibidos, algunos pacientes como Minjeong tenían permitido tenerlos, pero otros como Chaeyoung tenían una restricción. Considerando que la pequeña mujer se había intentado suicidar un par de veces en la facilidad, su terapeuta le había prohibido el tener cualquier objeto personal y sus momentos de peluquería eran estrictamente supervisados por alguna de las enfermeras.
Si Minjeong tuviera que ponerle una nota del uno al diez a su día probablemente diría que era un ocho. La mañana estuvo tranquila, su terapeuta no había hecho tantas preguntas y se pudo colar en una tarde de cine (Minjeong tenía prohibidas las tardes de cine, su terapeuta creía que eran una tentación) pero para Minjeong aquello no tenía sentido. La obligaban a no ver escenas con alcohol para evitar la tentación, pero si algún día lograba salir de ese lugar no había forma de no ver alcohol por todas partes.
Se sentó en su cama, el colchón había dejado de ser cómodo hace como un año y pese a todo lo que su hermana pagaba para mantenerla en ese recinto todos eran muy tacaños como para comprarle un colchón nuevo.
Ya eran las diez de la noche, su puerta estaba cerrada con llave por fuera, pero eso no era impedimento para salir. Claramente escalar por las ventanas hasta llegar a la escalera de emergencias no era seguro, pero Minjeong creía que toda esa práctica le ayudaría cuando hubiera algún incendio u otro tipo de emergencia.
Cuando llegó a la azotea vio la espalda de la chica con la que acostumbraba a pasar sus noches. Choi Jisu o Lia, como gustaba que le llamen, era la única razón por la que seguía soportando vivir en rehabilitación.
—Te demoraste. —Lia se dio vuelta, había escuchado los pasos de Minjeong en la escalera metálica. La rubia metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta de mezclilla y se acercó lentamente a su amiga.
—Perdí la noción del tiempo.
Lia asintió, sentándose en el borde de la azotea. Minjeong la acompañó de inmediato y la mayor descansó su cabeza en el hombro de la rubia. —Ya casi es invierno de nuevo. —Suspiró. Minjeong sacó un cigarrillo y lo encendió.
Se quedaron en silencio, el único sonido era el del humo que salía de los labios de Minjeong. Lia decidió pasar sus manos alrededor de la cintura de la menor y compartir su calor con el de ella.
—¿Oíste que la señora Ji se va a retirar?
La señora Ji era una de las psicólogas del recinto. Estaba a cargo de Minjeong y siempre se reían de lo anciana que estaba la pobre mujer.
—Algo había escuchado.
—¿Sabías que la reemplazante es una veinteañera? Yo la vi, se ve como tu tipo.
—Yo no tengo un tipo. —Se quejó Minjeong, succionando la última cola de nicotina que tenía su cigarro.
—No sé, yo creo que esa fue la excusa que tuviste para no estar conmigo. —Minjeong liberó una carcajada mientras apagaba su cigarrillo contra el cemento donde estaban sentadas. Después se volteó y reclamó los labios de Lia. Los besos con sabor a nicotina eran una costumbre para ella, no conocía otro sabor.
ESTÁS LEYENDO
Mailbox. (WINRINA)
Fanfiction-¿Algún día le dirás quien eres? -Jimin nunca se fijaría en alguien como yo. Por eso Minjeong prefirió continuar escribiendo cartas para ella. [TW] Alcohol, adicción, depresión, violencia, etc.