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Ya habían pasado cuatro días desde la última vez que Minjeong y Jimin se vieron cara a cara. Jimin intentó llamarla por teléfono, apenas le había contestado a dos de las llamadas y Minjeong le había asegurado que estaba bien, pero que no se encontraba lista para hablar con ella. Al principio Jimin lo comprendió porque la menor estaba pasando por un momento complejo y necesitaba ordenar sus ideas. Pero a diferencia de ella, Jimin solo tenía ideas y pensamientos negativos. No podía evitar pensar que Minjeong la estaba dejando de lado y que en alguna especie de autosabotaje estaba alejándose de ella. Jimin podía comprender sus razones, quizá Minjeong no quería involucrar a la publicista en toda esa tormenta que estaba comenzando. Pero Jimin se sentía preparada para pasar la tormenta junto a ella.

Somi tampoco le daba mucha información, le explicó que el caso de Minjeong era privado y que mientras ella o alguien de su familia no lo autorice, lamentablemente no podía decirle nada. Con Aeri era más de lo mismo. Sentía que todos sabían algo de Minjeong menos ella y ya estaba harta de eso.

Cuatro días sin verla ya eran suficientes. A escondidas revisó los papeles de Somi y encontró el número de teléfono de la hermana de Minjeong. Si hubiera tenido opción de escoger, probablemente hubiera llamado a Tiffany, pero no se iba a poner quisquillosa con la poca información que había logrado conseguir. Taeyeon fue bastante agradable y comprensiva, le hizo saber a Jimin que no estaba de acuerdo con la forma en que su hermana la estaba dejando fuera de todo. A su parecer, lo que más necesitaba Minjeong era tener a personas a su alrededor que estuvieran para apoyarla. Taeyeon le dijo que podía encontrar a Minjeong a eso de las seis de la tarde en su trabajo del correo, esa era su hora de salida en su primer día de vuelta.

Así que ahí se encontraba Jimin, estacionada afuera de Sunny Sun. El tablero de su auto indicaba que eran las seis con un minuto, en cualquier momento vería a la menor. Un par de minutos después la vio, había cortado bastante su cabello y lo traía completamente negro. Jimin suspiró y se bajó rápidamente del auto para que no se le escape.

—¡Minjeong! —Gritó y la joven se dio vuelta de inmediato. No importaba cuánto ruido pudiera haber a su alrededor, podría reconocer la voz de Jimin en cualquier parte.

Jimin notó la incomodidad y la sorpresa de parte de Minjeong, la menor jamás imaginó que la chica pudiera aparecer así a la salida de su trabajo. Otra de las cosas que vio fue la evidente baja de peso que había tenido en esos días sin verse. —Jimin ¿Qué haces acá? —Minjeong se acercó lentamente a ella. Al menos había un brillo en sus ojos que indican que la aparición de la mayor no era tan terrible después de todo.

—Perdón por venir sin avisar. —Jimin tuvo un pequeño debate interno, pero finalmente se decidió por tomar la msno de Minjeong. —Necesitaba saber de ti, estoy preocupada. —Se dio cuenta en ese momento de lo mal que se estaba portando con Jimin. Tenía tantas cosas en la cabeza y una extraña necesidad de solo querer mostrar su lado bueno a la mayor, que inconscientemente seguía empujando esa conversación. —Te cortaste el pelo, te ves linda con ese color. —Llevó su otra mano al rostro de Minjeong, acariciando sus mejillas con una delicadeza que solo ella podía otorgarle. Con la poca distancia notó otras cosas, como el evidente cansancio oculto bajo esas ojeras que solo se podían ver al tener esa corta distancia entre ellas. —Somi dijo que era mejor que me viera natural. —No había sido decisión de ella cambiar su cabello, pero había entendido que tenía que dejar su vida un poco en manos de otros si quería salir del problema en el que estaba metida.

—¿Podemos ir a comer algo? Yo invito. —Jimin no dejaba de tocar a Minjeong, sentía que si dejaba de hacerlo ella podría salir corriendo y no quería perderla.

Minjeong comenzó a pensar en posibles excusas para no tener que estar ahí, pero evitar a Jimin de esa forma era demasiado cruel. Sobre todo porque ella también la necesitaba mucho. —Está bien. —Jimin sonrió triunfante. Tenía que acostumbrarse a esa Minjeong tan callada, pero sabía que sería cuestión de tiempo.

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora