Me pediste no escribir de vuelta.
Minjeong se hundió en su cama, todavía estaba a tiempo de doblar esa carta y sellar el sobre de la forma en que lo recibió. Podía devolverla y decirle a Jimin que había sido imposible encontrar a la persona que había escrito eso. Pero también sabía que no podía vivir con eso. Necesitaba saber lo que decía Jimin.
la cuestión es que realmente no me lo pediste a mí por lo que no creo que tenga que hacer caso a tu petición. Lamento informarte que no soy la persona que querías que leyera tu carta. Cuando digo que lo lamento espero que sepas que mis palabras son sinceras porque luego de leer tus palabras un par de veces (más de las que me gustaría confesar)
—¡Minjeong! La cena está lista. —Tiffany abrió la puerta de su habitación, a diferencia de Taeyeon, la americana no se preocupaba de tocar.
La menor de las Kim entró en pánico, intentando meter la carta bajo su almohada pero casi rompiéndola en el proceso.
—Está bien, voy en unos minutos. —Su voz estaba agitada, no había hecho ninguna actividad física pero el pánico le jugó una mala pasada y no lo podía ocultar.
—¿Qué tienes ahí? —Tiffany no quería parecer una madre entrometida, pero también sabía que Minjeong estaba pasando por un momento delicado y no quería que se estuviera metiendo en problemas o peor, consumiendo cosas a escondidas.
—Nada.
—No me mientas.
Minjeong sentía que podía mentirle a Taeyeon aunque le daba un poco de vergüenza confesarlo. Mentirle a Tiffany era algo diferente, todo parecía indicar que la americana tenía un cierto poder sobre las hermanas Kim.
—Es una estúpida carta.
—¿Una carta? —Minjeong asintió, aunque para ella no era nada de estúpida. —¿Los jóvenes de tu edad se mandan cartas? —Rio, sabiendo que seguramente había sonado muy vieja con ese comentario.
—Creo que me llegó por error, igual la estoy leyendo para después devolverla o algo así.
Tiffany no quería presionar más, sentía que tenía confianza con la hermana menor de Taeyeon y no quería abusar de la relación natural que había forjado con ella.
—Está bien, cuando termines de leer vienes a cenar.
Minjeong solo asintió rápidamente, quería que Tiffany saliera de ahí para poder seguir leyendo.
Quizá debí dejar de leer en el momento en que me di cuenta de que yo no era la verdadera destinataria de tu carta, pero no pude.
Le pediste a Jihan que no respondiera, pero yo soy Yooji (un apodo, porque tú tampoco pusiste tu nombre) así que tomaré algunas atribuciones.
Minjeong sintió náuseas, leer el nombre de Jihan escrito a manos de Jimin era algo que jamás pensó ver. Quizá había cometido un error, quizá debió inventar otra cosa y no hacer de esa carta algo tan personal.
Persona desconocida, tus palabras me dejaron el corazón roto. Sentí que amas a Jihan como siempre quise ser amada, pero incluso bajo todo ese amor la nostalgia se apoderó ¿Cómo puedes vivir así? No te conozco, pero presiento que no eres muy feliz.
Auch.
También siento que eres una buena persona, realmente me niego a creer que alguien capaz de amar tanto pueda ser malo. No conozco la historia, puedo asumir algunas cosas ¿accidente de tráfico, amor imposible, distancia? Me imaginé muchas cosas al leerte.
Bastante acertadas, pensó Minjeong.
Lo único que no puedo entender es lo siguiente: si tanto amas a Jihan, si creíste verla ¿por qué no te acercaste? ¿Por qué no le dijiste que todavía la amas?
—Porque ya no puedo verla. —Su voz fue tan delicada, sólo alguien a centímetros de su rostro podría ser capaz de escucharla.
Persona desconocida, quizá no quieras responder mi carta pero probablemente me mate la duda. Cuéntame tu historia, no soy experta pero podemos ayudarnos. También me gustaría tener tu dirección ¿puede ser eso posible? Prometo no ir como una loca a tocar tu puerta, solo es para dejar de molestar a la linda chica del correo que me hizo el favor de encontrarte, así no me sentiré tan culpable.
Un abrazo, Yooji.
No fue hasta que terminó de leer ese último párrafo que sintió las lágrimas rodando por su rostro. No eran lágrimas de pena o tristeza, eran lágrimas de reconciliación con ella misma porque las palabras de Jimin se sintieron como un abrazo cálido y familiar.
No estaba segura de qué hacer ahora, la tentación era escribirle de vuelta y hacer exactamente lo que Yooji le había pedido: contarle su historia. Pero algo no se sentía correcto, sabía que todo se sentiría mejor si Minjeong le contara su historia a Jimin. Pero ellas no tenían la confianza suficiente.
Suspiró.
Escaneó la perfecta caligrafía de Jimin una vez más, se lo tenía que pensar bien. Realmente le hacía falta algo así en su vida, una amistad sin que nadie la juzgue porque no sabía quién era. Pero también quería que Jimin conociera a Minjeong ¿qué tenía que hacer?
Todavía tenía tiempo de leer nuevamente la carta antes de ir a cenar.
La segunda vez la leyó con una sonrisa, lo cual era divertido, considerando que la persona que la había escrito ahora se encontraba destrozada leyendo otro tipo de carta.
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A/N: El capítulo 10 viene pronto <3
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Mailbox. (WINRINA)
Fanfic-¿Algún día le dirás quien eres? -Jimin nunca se fijaría en alguien como yo. Por eso Minjeong prefirió continuar escribiendo cartas para ella. [TW] Alcohol, adicción, depresión, violencia, etc.