35./La cuarta carta de Jimin.

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Minjeong ya había leído la carta, pero apenas había llegado hasta la mitad porque un guardia decidió registrar toda su habitación. Eso era algo que ocurría casi todos los días, y siempre terminaba con las habitaciones hechas un desastre.

—¿Por qué está tan ruidoso? —Minjeong no estaba ahí para hacer amigos, pero Yunjin había sido la primera en recibirla y aunque le cueste admitirlo, le debía algunos favores. Había sido ella quien le explicó cómo funcionaban las cosas ahí, le dio una lista de las personas con las que estaba bien hablar y con las que era mejor mantenerse alejadas.

—Seguramente hay un cumpleaños. —Explicó Yunjin, tomando su desayuno el cual consistía de una avena de extraña composición. Minjeong todavía no se acostumbraba a la comida de ese lugar. —Por eso hicieron el registro más temprano, algunas meten cosas para celebrar. —Terminó de decir, apuntando con su cuchara a la avena sin tocar de Minjeong quien asintió para que se la pudiera comer también.

—Me duele la cabeza. —Expresó frustrada, masajeando su frente. No tenían permitido volver a sus celdas hasta que termine toda la inspección.

Yunjin le pasó su jugo de naranja para que se hidrate. —¿Quieres ir al patio? Casi no vas ahí.

Minjeong pasaba casi todo el día encerrada en su habitación, al comedor o de vez en cuando a la biblioteca, pero al patio solo había ido cuando la obligaban a hacerlo. —Hace frío afuera. —Fue la respuesta que hizo reír a Yunjin.

—Ven conmigo, te voy a mostrar un lugar.

Minjeong tuvo que estar muy aburrida para aceptar salir de ahí junto a Yunjin. Si bien confiaba en ella, eso no quitaba que seguía siendo alguien recluida por algún delito. A veces Minjeong se tentaba por preguntar, pero luego se arrepentía porque no sabía lo que eso podía hacer con su relación.

—Este lugar lo descubrí cuando cumplí un año aquí. —Minjeong seguía caminando detrás de ella, iban cruzando el patio y a nadie parecía interesarles su presencia.

Llegaron a un pequeño sendero con árboles a su alrededor. —Por aquí hacen el taller de botánica. —Ese era un lugar que Yunjin no le había mostrado en su tour inicial. —Antes de que te preocupes por meterte en problemas, soy la vicepresidenta del taller, así que tengo autorización para venir acá.

De pronto Yunjin se giró del sendero y se metió entre los árboles. Minjeong no podía dejar de pensar "Hasta aquí llegué, aquí me mata" De pronto Yunjin se detuvo y señaló un montón de bloques de cemento apilados uno sobre el otro y por arriba pasaban tuberías. —Es la tubería de la calefacción. —Se sentó sobre los bloques y luego se quitó la chaqueta para utilizarla como almohada. —No hay ruido y es caluroso incluso en invierno.

Minjeong analizó todo el lugar y luego sonrió, había encontrado su nuevo lugar favorito.

—Tenemos unos 20 minutos antes de que nos comiencen a llamar, aprovecha de relajarte.

No dijo nada, simplemente se sentó sobre el bloque desocupado y apoyó su espalda contra el tronco de un árbol.

Observó a Yunjin con los ojos cerrados, disfrutando del calor y de los rayos de sol que daban con su rostro. No pudo evitar pensar qué era lo que Yunjin había hecho para estar metida ahí.

Comprobando que no quería hablar con ella, sacó de su bolsillo el papel que contenía las palabras de Jimin. Lo desdobló con cuidado y decidió comenzar a leerla desde el principio.

Jeongie:

He decidido visitar a mis padres, no sabía si las cosas saldrían bien o no, pero supuse que la única forma de averiguar eso, era haciéndolo. Me puse a pensar en que cuando era joven mi casa era mi lugar seguro, pero hace ya varios años cada vez que vuelvo siento como si estuviera a punto de lanzarme por un cable de bungee. Es esa sensación de estar al borde del precipicio que no sabrás si saldrá bien una vez que te lances.

¿Y sabes qué? Lo único que podía pensar era en que si te tuviera ahí para sostener mi mano sería capaz de lanzarme porque no dejarías de soltar mi mano y decirme que las cosas estarán bien.

Efectivamente, las cosas salieron bien, en parte, ya que no pude decir todo lo que quería. Pero no me voy a forzar a hacer o decir cosas cuando todavía me siento un poco vulnerable. No pude decirle a mamá de lo nuestro y papá no preguntó.

¿Sabes qué se me ocurrió? Que podríamos decirles juntas, llegar tomadas de la mano a mi casa y que mamá y papá sepan que desde ese momento tienen una nueva hija en sus vidas ¿Crees que sea posible? Me encantaría que sea posible, que todas las personas de mi vida te acepten, porque eso significa que me están aceptando a mí porque tú eres parte mía.

Somi y Aeri han sido fantásticas conmigo, me han acompañado día y noche. Giselle me ha explicado cosas que me han hecho comprender tus motivos, el que me quieras físicamente lejos y como eso no significa que no me quieras en tu vida. Sé que al principio fui un poco dura, pero creo que ambas estábamos bajo demasiado estrés. Desde ahora he decidido alejar todas las sensaciones negativas y atraer únicamente lo bueno.

Tiffany igual ha sido de gran apoyo, me ha motivado a ser independiente y creo que mantenerme ocupada en eso me ha servido mucho. Pienso que quizá luego puedas estudiar diseño y ayudarme con las publicidades ¿Te gustaría hacer eso? Espero no sea aterrador que te quiera inducir en cada parte de mi vida, siento que te quiero siempre conmigo.

Somi está trabajando mucho para completar tu caso, no me deja leer mucho porque dice que no me haría bien, pero ambas estamos seguras de tu inocencia y cuando el mundo se entere de lo que ya sé, entonces todo estará bien.

Espero que te estés cuidando, que no pierdas la fe y que no dejes de dormir en las noches. No sabes lo mucho que me gustaría poder tenerte en mis brazos a la hora de dormir, sentir tu aroma con esa mezcla de perfume y nicotina (Jamás pensé que diría eso) a veces, cuando siento a alguien fumando en la calle me acerco a ellos solo para sentir algo de ti.

Estoy tan enamorada de ti, Minjeong. Tan enamorada que siento que recién descubrí lo que es el amor, que todo lo que hice antes no fueron más que cosquillas al corazón, porque lo que tú has hecho conmigo es como una turbulencia, una tormenta, es algo que no se puede describir con palabras.

Lo único que te pido es que no te rindas y luches por lo nuestro.

Te amo.

Jimin.

—¿Quién te escribe esas cartas que hacen que tus ojos brillen tanto? —Minjeong no se había dado cuenta de que Yunjin ya estaba sentada a su lado, aunque respetando su espacio y privacidad.

—Mi novia. —Una sonrisa boba se le formó al decir eso. —Se llama Jimin.

—Es un lindo nombre ¿Te va a estar esperando cuando salgas?

—Sí. —Dobló con cuidado la carta y la metió en su bolsillo. —Por suerte no estaré aquí por mucho tiempo.

Yunjin sonrió por la determinación que había en su mirada, la que obtenía de esas palabras que había leído de su novia.

—Me gustaría tener a alguien esperando afuera, quizá así lucharía más por salir. —Suspiró, poniéndose de pie para dar unos pasos. —Vamos, si quieres podemos volver mañana.

Minjeong alzó la mirada para ver a Yunjin alejarse, se puso de pie y caminó detrás de ella hasta que las palabras salieron de su boca. —Yunjin ¿Por qué estás aquí?

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N/A: ¡Hola! Muchas gracias por leer y el apoyo. No estoy segura si lo dije en el capítulo anterior, pero subí una nueva historia que pueden encontrar en mi perfil de wattpad y asianfanfics. 

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora