29

592 82 24
                                    


Jimin había leído la carta muchas veces y cada vez que lo hacía sentía que se le aceleraba el pecho. Los días previos a navidad habían pasado volando y casi sin darse cuenta ya era 24 de diciembre. Había pasado muchos de esos días junto a Minjeong y en más de una ocasión tuvo la intención de preguntarle por la carta, enfrentarla y decirle que ella lo sabía todo, pero siempre terminaba arrepentida. Minjeong había escrito la primera carta y por lo mismo creía que era ella quien debía ser la encargada de decidir cuándo terminar con el misterio. Así que esperó impacientemente a que llegue el 24.

El día anterior Minjeong se quedó a dormir con ella, habían caído en una rutina en que la menor dormía la mayor cantidad de noches en casa de Jimin, y en realidad, si es que no fuera por todo el problema de que estaba siendo investigada por la policía, Jimin ya le hubiera pedido que se fuerza vivir con ella. Por ahora las cosas estaban bien así y tenía la esperanza de que apenas se solucionen todos los problemas podrían cumplir todos sus sueños juntas. Jimin estaba todavía en la cama, fantaseando con su futuro junto a Minjeong cuando la misma apareció con una taza de café en la mano. Jimin la tomó con una sonrisa y luego besó los labios de su novia. —No me gusta cuando despierto y no estás. —Confesó, dando un sorbo a su café. Había descubierto que los cafés que preparaba su novia tenían un sabor especial que lo hacía superior a cualquier otro, quiso preguntar si tenía algún secreto, pero prefirió quedarse con la duda para que solo ella pudiera prepararlo. —Aunque también me gusta mucho cuando despierto con uno de tus cafés. —Agregó, besando de nuevo los labios de la menor.

La sonrisa de Jimin se borró cuando vio que Minjeong traía puesto su uniforme de Sunny Sun. —¿En serio? ¿Por qué tienes que trabajar en navidad? —Se quejó, pensando que podría pasar toda la mañana junto a ella.

—Técnicamente no es navidad. —Le recordó, todavía sentada al lado de ella en la cama. —Y tengo que trabajar media jornada, después voy a almorzar con Ning y le ayudaré a comprar algunos regalos.

—Entonces no te veré hasta la cena. —Hubo un silencio entre las dos, porque ambas sabían que antes de la cena tenían que hacer una parada para conocer a la persona de las cartas. Minjeong asintió y se puso de pie, abriendo las cortinas para que entre un poco de luz del día. —Está nevando fuerte, ten cuidado al conducir. —Por suerte Jimin tenía pensado quedarse en cama toda la mañana, seguramente pedir algo para comer y no salir hasta el encuentro.

Minjeong tomó el autobús hasta Sunny Sun, había mucha gente en las calles, la mayoría en busca de regalos a última hora o intentando encontrar transporte para ir a visitar a sus familiares. En Sunny Sun todo estaba bastante agitado, esas fechas eran en las que más se trabajaba, sobre todo porque luego de la pandemia todos preferían comprar cosas online y las empresas de reparto tenían el doble de trabajo.

—Estaba pensando. —Seungmin, fue quien apareció de la nada para abrir su locker y comenzar a ponerse su chaqueta de invierno. —¿Crees que Yizhuo acepte salir conmigo?

—Ning siempre sale contigo ¿Por qué diría que no? —Minjeong sabía que era la mejor amiga de la china y que Seungmin era su equivalente masculino.

—No me refiero a salir como lo hacemos siempre, me refiero a salir... Ya sabes, en una cita o algo así. —Minjeong cerró su locker y pasó su bufanda alrededor de su cuello, intentando procesar la información.

—¡¿Te gusta?! —Gritó, haciendo que Seungmin corra en su dirección a tapar su boca con ambas manos. NingNing no estaba en la sala de los empleados, pero estaba dentro del edificio lo que significaba que podía aparecer en cualquier momento. —Perdón. —Se disculpó cuando fue liberada, sonriendo con un tono de impresión todavía. —Es que no me lo esperaba, pensé que solo la veías como una amiga.

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora