Mailbox. (WINRINA)

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Si alguien le hubiera preguntado a Jimin cómo iba a ser su vida en cinco años no habría sido capaz de acertar. Hace cinco años su vida parecía visualmente perfecta. Tenía un novio que parecía quererla, un trabajo en el que comenzaba a destacar y su situación económica era buena considerando su temprana edad. Si era esa la Jimin que tenía que contestar esa pregunta, lo más probable es que hubiera dicho que a sus 28 años ya estaría casada con Jae, se había mudado a una casa más grande y quizá dejaría su carrera de lado por un tiempo para dedicarse a sus hijos.

Quizá esa sería su realidad si su exnovio no hubiera sido un cretino infiel, si no se hubiera enamorado de su carrera y si no hubiera conocido al verdadero amor de su vida.

—Tienes que ver esta foto de Jay. —Su novia interrumpió sus pensamientos, dejando frente a ella la pantalla de su teléfono donde se veía al pequeño Jay con una camisa rosada. —Tiffany no se va a rendir.

—Recuerdas cuando nació y todos pensábamos que iba a ser mujer. —Jimin reía, haciendo zoom a la fotografía del pequeño que ambas querían mucho por ser su único sobrino. —El pobre ocupó ropa rosada casi un año.

Minjeong sonreía ante el recuerdo y cuando dejó de ver la foto y se concentró en su novia su corazón comenzó a latir más fuerte. —Estás muy guapa. —La mayor estaba en su tocador, aplicando maquillaje en su rostro. Minjeong se acercó para besar sus labios, pero su novia fue rápida en esquivarla. —Acabo de ponerme el labial.

Minjeong refunfuñó y se conformó dejando un beso en su frente. —¿Por qué todavía no te vistes? A Tiffany no le gusta que lleguemos tarde.

—¿Tenemos que ir? —La rubia se tiró sobre la cama que compartía con su novia. —Estaba inspirada dibujando.

Minjeong había dedicado su último año a dibujar un webtoon inspirado en su historia, al principio todo comenzó como un hobbie, pero de un momento a otro la historia se hizo popular y estaba monetizando bastante bien.

—Estoy segura de que tus fans podrán esperar para ver qué pasa entre Karina y Winter. —La más alta caminó hasta el closet que compartía con su novia y comenzó a escoger ropa para ella. —Además la cena es para celebrarte, tu hermana y Tiffany están muy orgullosas de tu titulación. —Tiró las ropas al lado de ella en la cama y suspiró. —Yo también estoy orgullosa y tus amigas estarán ahí.

—Yunjin no. —Minjeong se levantó, tomando la ropa que había escogido su novia y comenzó a vestirse frente a ella.

Las palabras de su novia le dieron la verdadera explicación de la incomodidad que sentía Minjeong. Los últimos meses se había esforzado en conseguir apelar la sentencia de Yunjin y lamentablemente la habían rechazado.

—Amor, has hecho todo lo posible para ayudarla y Somi dijo que pueden volver a apelar, la batalla todavía no está perdida.

—Ya sé, pero hubieras visto la cara de Eunchae. —Jimin arregló el cuello de su suéter, Eunchae era la hermana menor de Yunjin y Minjeong se había vuelto cercana a ella también. —No quiero que ninguna de las dos se vuelva a desilusionar.

—Va a salir todo bien. —Jimin terminó la conversación con un suave beso en los labios de su novia, quien casi automáticamente sonrió al sentir su tacto. —¿Qué pasó con el labial? —La publicista rodó los ojos y golpeó suavemente el hombro de su novia.

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—Ya saben que no soy buena con las palabras, para eso tenemos a Tiff. —El grupo soltó algunas risas y luego se quedaron en silencio para seguir prestando su atención a Taeyeon. —Pero a veces hay que salir de la zona de confort, sobre todo cuando se trata de hablar para elogiar a una de las personas más importantes que tengo en mi vida. —Minjeong sentía que las mejillas le ardían, no estaba acostumbrada a ser el centro de atención. Jimin, quien tenía al pequeño Jay sentado en sus piernas, sonrió viendo aquella reacción de parte de su novia. —Querida hermana, estoy muy orgullosa de ti. Todos aquí sabemos el esfuerzo que hiciste para conseguir todo lo que tienes. Mereces que la vida te siga entregando cosas positivas y tu familia seguirá a tu lado todo el tiempo.