¿Jimin necesitaba un macetero con forma de pokebola? Considerando que todavía no tenía plantas en su nueva casa, probablemente no. Pero como experta en publicidad sabía que la mejor forma de convencer a alguien de comprar algo era creando una necesidad.
Como solución a su problema decidió abrir una nueva pestaña y comprar una tierna y pequeña suculenta que se vería preciosa en su nuevo macetero.
Jimin podría o no tener una adicción a las compras en línea. No era su culpa, las autoridades lo habían sugerido como alternativa al comercio que poco a poco iban cerrando por la pandemia. Si a eso le sumabas el teletrabajo (Que según Jimin, no servía de mucho) no había otra opción que caer en las compras compulsivas de pokeadictos.com
Listo, compra hecha. Todavía tenía 15 minutos antes de su siguiente reunión así que bajó al primer piso y se preparó un café de chocolate moka con su brillante y nueva cafetera.
La pantalla de su teléfono se iluminó, Jae estaba haciendo una videollamada. No se demoró en contestar, dejando su teléfono parado sobre un estante mientras comenzaba a hacer su café.
—Hola guapa. —Saludó el chico que parecía todavía vestir su pijama.
—Hola guapo. —Era un hábito en ellos piropearse cada vez que se saludaban, costumbres que no pasaban de moda.
—¿Qué es eso? ¿Una cafetera nueva? —El chico ajustó sus lentes para intentar enfocarse en la máquina con la que Jimin batallaba para hacer funcionar de forma correcta.
—Bueno, si estuvieras aquí. —Jae apretó sus dientes, no era la primera vez que escuchaba esa frase. —Y me estuvieras ayudando a desempacar todas las cajas, a pintar las paredes y comprar las cosas que faltan. Tal vez. —Elevó el tono de su voz. —Tal vez, me podrías criticar por comprar una fabulosa cafetera, pero como sigues atrapado en Japón entonces no puedes quejarte.
Jae forzó una risa.
—Lo siento, cariño. Creo que el tema del virus se está poniendo serio. —Jimin mordió su labio, sintió algo de culpa. —Ya no nos dejan salir del hotel y cada vez que intento comprar un nuevo pasaje llaman de la aerolínea para avisar que el vuelo se cancela.
Jimin suspiró, la cafetera estaba funcionando. Todo estaba bajo control.
—Lo sé. —En realidad no tenía idea, la información sobre el virus cambiaba a diario, no era clara y no sabía en qué creer. —Cuídate mucho ¿Si? —La culpa le había ganado.
—Igual tú y no compres tantas cosas, vas a colapsar el correo de Seúl.
Los dos rieron, Jimin sintió su presencia y su corazón se calmó. Jae siempre lograba hacerla sentir segura.
—Para que sepas, Minjeong es una excelente repartidora.
—¿Ya sabes su nombre?
Jimin sonrió al recordar a la joven que repartía sus paquetes y cartas hace ya dos semanas. Los miércoles pasaba con el furgón junto a un chico de cabello negro, eran los días de paquetes pesados. El resto de la semana pasaba en su bicicleta color amarillo para entregar cartas y paquetes pequeños.
Cuando el sol era fuerte llevaba un gorro con un logo que traía un sol, luego Jimin supo que era el logro de la empresa. Sus pantalones y shorts cambiaban seguido, mientras que su camiseta siempre era de color caqui y traía el mismo logo que el gorro.
Jimin pausó sus pensamientos para interrumpirlos con otros ¿Desde cuándo recordaba tantos detalles de las personas? La pandemia definitivamente los estaba poniendo a todos un poco raro.
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Mailbox. (WINRINA)
Fanfiction-¿Algún día le dirás quien eres? -Jimin nunca se fijaría en alguien como yo. Por eso Minjeong prefirió continuar escribiendo cartas para ella. [TW] Alcohol, adicción, depresión, violencia, etc.