6 / La primera carta.

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Querida Jihan.

—No tiene sentido ¿Por qué tengo que cambiarle el nombre si es para Jimin?

Las dos se encontraban en el pequeño departamento de NingNing, la china estaba ocupada avanzando un proyecto de la universidad mientras que Minjeong estaba tirada en el suelo intentando escribir su primera carta a Jimin.

—Ya te expliqué, se supone que la carta se la estas escribiendo a un viejo amor que encontraste nuevamente por sorpresa. Se llama Jihan, Jimin la va a recibir por error y así tendrá que responder. —NingNing giró en su silla de escritorio y volvió a su laptop. —Usa tu imaginación.

Minjeong suspiró, creía que el plan no tenía sentido alguno. Pero realmente creía que era su única posibilidad de acercarse un poco a Jimin sin tener los prejuicios de ser su cartera.

Después de tantos años no creí que sería posible volver a verte. La vida es tranquila, las estaciones pasan como de costumbre y mi rutina no sufre mayores cambios en los últimos años.

Me he alejado un poco de la sociedad, eso por temas que quizá todavía me avergüenzan mucho como para confesarlos. Pensemos que me tomé un par de años sabáticos en un lugar paradisiaco, por supuesto no fue así. Pero la ficción que se crea en mi cabeza es mucho mejor que la realidad.

Cuando te vi, mis ojos se abrieron de par en par. Quería capturar cada detalle de ti, como tus facciones siguen siendo las mismas de antes. A pesar de todo, creo que el tiempo se detuvo en ti. A la distancia creí escuchar tu risa, pero luego reconocí que no era la tuya. Me pregunto por qué no reías cuando las demás personas con las que compartías se veían tan felices.

Recordé el sonido de tu risa, tus suspiros y tus chillidos cuando hacíamos algo que te emocionaba. Cuando nos robábamos el auto de tu padre y corríamos por la autopista con las ventanas abajo. Nos sentíamos libres, creíamos ser las dueñas del mundo cuando lo único que ganábamos eran multas por conducir a exceso de velocidad.

No lo hago desde la última vez que lo hicimos juntas, me da miedo manejar. Me da miedo subirme a los autos en general ¿A ti también te pasa? Ya nada me hace sentir viva como en esos momentos.

Recordé cuando te dije que te amaba por primera vez, tu respondiste que me amabas igualmente hasta que comprendiste que no me refería a ese tipo de amor.

Nos tomó tanto tiempo, perdimos tanto tiempo. Y por lo que siento y veo, ya no vamos a recupararlo ¿No?

Igualmente no te escribo para lamentarme del pasado, te escribo porque creía que era necesario hacerlo. Ni siquiera sé si la carta llegará a ti, pero de alguna forma sé que vas a sentir mis palabras. Te pido perdón una vez más, espero que estés feliz. Aunque no pude escuchar el sonido de tu risa, todavía lo puedo imaginar. Pero debo admitir que me aterra olvidar el sonido, no recordar tus movimientos. No quiero perderte nunca.

No escribas de vuelta, no pondré mi dirección.

NingNing mordió su trozo de pizza, Minjeong estaba aterrada de que sus dedos grasosos mancharan el pedazo de papel que le había tomado tanto escribir (las bolas de papel a medio escribir lo demostraban)

—¿Quién te hizo tanto daño? —Preguntó al terminar de leer. Minjeong volvió a tomar su papel y lo dobló cuidadosamente para no dañarlo. —Te dije que hicieras una carta de amor equivocada para tener una excusa de hablar con Jimin, no para que se tire del balcón por lo triste que es.

Minjeong suspiró, carraspeó un poco y luego mordió su porción de pizza. —No soy muy buena escribiendo cartas.

—Acabas de escribir lo que podría ser el plot del próximo drama de mbc. —Rió NingNing, no comprando las palabras que decía Minjeong.

Minjeong simplemente había decidido hacer lo que le había pedido NingNing. Imaginó que veía a su primer amor después de muchos años e intentó expresar lo que hubiera sentido si realmente la encontraba por ahí.

—Entonces no voy a enviar nada.

NingNing rodó los ojos, ella era la menor pero a veces creía que Minjeong era como una niña pequeña.

—¡No dije eso! —Se defendió. —Debes enviarle la carta igual, crucemos los dedos y esperemos que Jimin no termine con depresión luego de ver todo lo que escribiste.

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Minjeong llevaba cuatro días debatiendo con ella misma si entregar la carta o no. Esa semana había pasado dos veces por la casa de Jimin, todo había sido rápido y apenas compartieron algunas palabras cordiales. Minjeong se sentía presionada y el frío del invierno no le permitía detenerse por mucho tiempo. Avanzar en su trayecto le ayudaba a mantener el calor corporal.

En esas dos ocasiones tomó la carta en sus manos pero la devolvió a su bolso.

Pero ese día iba a ser diferente. La nieve caía como nunca y prefirió caminar en vez de usar la bicicleta, creía que sería más seguro. NingNing la había amenazado con que si no entregaba esa carta hoy entonces ella lo tomaría en sus manos y le haría llegar la carta pase lo que pase.

La mascarilla le cubría los labios mordidos y secos por el frío, tocó el timbre y una cansada y algo triste Jimin salió por la puerta principal. Se ponía una mascarilla en el trayecto entre la puerta y el portón.

—¿Estás bien? Te ves cansada. —Minjeong escaneó los dos paquetes y la carta que tenía para Jimin, se los acercó y la mayor firmó el dispositivo que confirmaba que había recibido todo conformemente.

—Me quedé trabajando hasta tarde y tuve una discusión con Jae. —Jimin comenzó a leer los paquetes.

Minjeong supuso que su novio todavía no llegaba, y sabiendo como estaban empeorando los casos de covid, además de las nuevas restricciones ,probablemente sería difícil que llegue pronto a casa.

—Creo que esta no es para mí. —Notando que no había pedido nada de ese pequeño tamaño y que no tenía remitente la estiró de vuelta a Minjeong.

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, no quería ser descubierta y tenía que pensar una excusa rápidamente.

—No creo, tiene tu dirección. —Jimin volvió a leer el sobre, efectivamente su dirección estaba escrita a la perfección, aunque no estaba su nombre ni tampoco había un remitente.

—No dice de quién es.

Jimin le mostró el sobre, Minjeong fingió verlo aunque se sabía cada detalle de ese pedazo de papel de memoria.

—Quizá lo hicieron a través de un buzón o la secretaria olvidó pedirlo. —Minjeong intentó quitarle importancia, no podía fracasar. —Pero si quieres puedes ir a la oficina y abrir un reclamo, aunque tienes que pedir hora para eso. Por todo el tema de las restricciones. —Agregó, intentando que suene más complicado de lo que realmente era.

Minjeong decidió atacar por ese lado, conocía un poco a Jimin y creía que la flojera le ganaría.

—No es necesario, quizá es alguna cobranza. —Las dos rieron y Jimin se despidió. No sin antes recordarle a Minjeong que se mantenga abrigada.

Minjeong salió de ahí tan rápido como pudo, se sentía como alguien que acababa de lanzar una granada y tenía que escapar antes de que todo se cayera a pedazos.

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A/N: No sé si cuenta como capítulo, habrá algunos así para las cartas de Minjeong <3. Muchas gracias a quienes están leyendo mi historia. Nos leemos pronto. 

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora