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—Yo te dije que no me puedo meter en las decisiones de mi hija. No sabremos si son buenas o malas hasta que el tiempo las declare como tal. —Suspiró. —¿Crees que serás una buena o una mala decisión en la vida de mi hija?

—Señor, yo.

—Kanghoon.

—Kanghoon, no sé. Jimin y yo, apenas nos estamos conociendo.

Minjeong estaba segura de que no estaba siendo atacada, pero tampoco podía dejar de sentirse intimidada por la posición en la que el padre de Jimin la había puesto. Era algo nuevo, recibir las preguntas de un padre preocupado, era incluso peor porque ella creía no ser suficiente para convencerlo.

—¿Ya te estás arrepintiendo?

—¡No! Claro que no, señ... Kanghoon. Es solo que no quiero parecer como que estoy presionando a Jimin.

Kanghoon comenzó a sacar las truchas y finalmente Minjeong era libre de salir de ahí, físicamente, pero se quedó ahí, ya no había vuelta atrás.

—Parecían llevarse muy bien en el auto. —Después de acomodar las truchas sobre la parrilla, se cruzó de brazos y miró a Minjeong como si estuviera esperando algo, pero Minjeong tenía su cabeza completamente ocupada con imágenes de lo que había ocurrido esa noche dentro del auto de Jimin.

Minjeong no podía evitar sentirse un poco bien dentro de todo lo que estaba ocurriendo, más allá de sentirse amenazada y asustada, había algo cotidiano en eso. Un padre preocupado dándole la charla a la pareja de su hija sobre cómo el corazón de ella era lo más importante y estaría dispuesto a todo para que la persona que ella escoja para compartir su vida sea digna de ella. Algo quizá típico para las familias como los Yoo, pero para Minjeong era completamente nuevo. La cotidianidad la hacía sentir bien, se sentía segura.

—¿Todo bien? —No se había dado cuenta de la presencia de Jimin hasta que los brazos de la mayor pasaron alrededor de su pecho.

Nunca se había sentido nerviosa de esa forma, Jimin tenía sus brazos alrededor de ella y dejaba que sus labios se movieran muy cerca de su piel cada vez que hablaba. Sabía que cualquier persona diría que dos amigas muy cercanas podían hacer eso, pero su papá ya sabía lo de ellas y Minjeong se sentía observada de una forma en que no se había sentido antes.

Minjeong siempre estuvo cómoda con su sexualidad, nunca intentó ocultar nada y jamás se molestó cuando alguien la miraba dos veces por estar de forma romántica con otra chica. Tampoco era una conversación que había tenido con Jimin, pero estaba segura de que su papá no estaba sorprendido al saber que su única hija salía con otra mujer.

—Todo bien, cariño. Minjeong y yo nos estábamos conociendo mejor.

Minjeong asintió, intentando zafarse de los brazos de Jimin. Algo que no pasó desapercibido por Kanghoon, quien simplemente se dedicó a cocinar las truchas.

Jimin se acercó, interesada en ver como su propia pesca sería luego el almuerzo. Minjeong jamás pensó que Jimin sería ese tipo de chica, pero tampoco iba a negar que una mujer aventurera siempre era interesante.

—¿Tu mamá no necesita ayuda? — Quizá ir con Nayoung podía ser peligroso, pero por lo que había escuchado de parte de Jimin. Estaba casi segura de que Nayoung no tenía idea de lo que pasaba entre las dos. Si eso hubiera ocurrido, ya habría algo de escándalo en la casa.

—Puede ser. —Jimin parecía más interesada en ver que la comida tuviera buena pinta porque su respuesta no le indicó nada.

Minjeong se excusó y salió de ahí antes de exponerse más a cualquier momento incómodo entre ella y Kanghoon. Por suerte Nayoung tenía distintas tareas para ella, siempre asegurándose de no sobrepasarse. Jamás iba a permitir que un invitado en su hogar tuviera que cargar con trabajo de más.

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora