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Minjeong decidió que era muy pronto como para tomar una decisión. Por suerte había una cena esperando por ella y quizá la podría ayudar a decidir, sobre todo porque Tiffany solía preparar cenas deliciosas.

La pareja se encontraba cenando con música suave de fondo, a veces Minjeong se sentía mal por interrumpir ese tipo de momentos aunque luego Tiffany siempre la hacía sentir bienvenida, incluyéndola en sus conversaciones.

La misma le sirvió un plato con una lasaña que parecía estar extremadamente deliciosa. —Creo que después de la cuarentena me voy a dedicar a la cocina, adiós vestidos y estrés. —Río, haciéndola sentir cómoda en ese lugar de forma inmediata.

La americana se había hecho fan de los tutoriales de cocina, cada día las sorprendía con algo nuevo.

Tiffany veía como las hermanas comían, era impresionante la forma en que se parecían. Realizaban movimientos similares, tenían gestos y modos que solo podían tener personas que compartían genes.

—A veces me preocupa lo mucho que aman la comida. —Bromeó mientras le servía un segundo plato a Taeyeon, ya conocía el gusto de su novia por la comida, pero ahora con una mini Taeyeon ahí sentía la necesidad de hacerlo saber.

—No tenemos la costumbre de comer cenas así. —Explicó Taeyeon llamando la atención de su novia, era extraño que hablara de ella y Minjeong como un team. —Mamá era pésima cocinando. —Y por primera vez, las dos hermanas rieron con una linda nostalgia dibujada en sus ojos.

—Siempre pasábamos a comprar comida por ahí, ni siquiera recuerdo si había platos en nuestra casa. —Continuó riendo. Minjeong ahora tenía una tímida sonrisa en sus labios, Taeyeon parecía necesitada de hablar sobre el pasado. —Luego aprendí a cocinar algunas cosas porque no quería que la pequeña se muera de hambre. —Tiffany formó un puchero en sus labios, era adorable. En el fondo siempre supo que su novia debía tener algún tipo de esencia de hermana mayor.

—¿Fue muy difícil cuando Taeyeon se fue de casa? —preguntó Tiffany, curiosa de entender cómo era la dinámica familiar en la que creció Minjeong.

Hubo silencio incómodo, sabía que Taeyeon también quería saber, pero que le daba un poco de miedo tocar una fibra sensible en Minjeong.

—Volvió a ser lo de antes. —Respondió Minjeong, tomando un trago de su vaso con agua. —Luego de que mamá enfermó todo la hacía vomitar así que tenía que comer a escondidas, cuando comenzó a utilizar una sonda para comer decidí que no era justo para ella que la casa tuviera algún aroma a comida. —Ahora tragó su lasaña, hablaba sin muchas expresiones en su rostro, pero antes de terminar de hablar sonrió de una forma difícil de descifrar. —Los últimos meses en el hospital no fueron tan malos, las enfermeras me tenían cariño y me llevaban comida, yo creo que nunca había comido tan saludable.

—¿Mamá no podía comer?

Tiffany se sentía mal por haber sido ella quien puso el tema de conversación, el ambiente se había puesto un poco denso.

La incomodidad de Minjeong se podía notar. —La quimioterapia le hacía muy mal, tenía que alimentarse por sonda. —Explicó, entregando a su hermana mayor algunos detalles de la enfermedad de su mamá que ella no conocía. —No era muy difícil de cambiar, pero mamá lo odiaba. Yo creo que se debía sentir muy incómoda.

Minjeong hablaba intentando no visibilizar aquellos hechos del pasado, se le hacía doloroso imaginar a su madre sufriendo de la forma en que lo hizo. Aunque la extrañaba mucho, prefería quedarse con la idea de que estaba mejor descansando antes que sintiendo todo ese dolor que traía su enfermedad.

—Estaba rico, gracias. —Taeyeon se puso de pie con su plato a medio comer en las manos. Besó la frente de Tiffany y se retiró de la mesa con dirección a la comida.

Mailbox. (WINRINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora