Capítulo cincuenta y tres

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—Sé que no es el mejor momento ni el más romántico pero tengo que hacerlo.

Saco una cajita de mi bolsillo trasero y Lena pone las manos en su cara mientras los demás me miran boquiabiertos.

—Me delata la mirada ¿Hacerme la tonta para qué? Si a mí no me importa nada más que tú. Andas en mi cabeza a todas horas, mi alma te necesita a mí lado siempre, por qué me la paso imaginando que contigo me case, y por siempre te amé.
Tu me descontrolas y me haces hacer cosas que nunca pensé capaz de hacerlas, es por eso que te lo pido ¿Me harías el honor de ser mi esposa y pasar el resto de mi vida contigo?

Ella se queda callada y yo me empiezo a poner nerviosa por su respuesta. Pero rápidamente asiente y me levanta. Pongo el anillo en su dedo y la beso.
Los lobos aullan y los vampiros aplauden.

—Te amo —le digo con lágrimas en los ojos.

—Yo también te amo.

Miro hacia mi hermana y mi cuñada y ellas tienen lágrimas en los ojos.

—Ohh, ¿Se emocionó mi hermanita? —dije yendo a abrazarla.

—Cállate —ríe—. Te felicito hermana.

Dejo de abrazarla y miro a Josie.

—Hace un momento tenía ganas de matarte, pero ahora no tanto —Sonríe—. Felicidades ___________.

—Sabrina —dije sonriendo y suspirando.

No hacían falta las palabras cuando ella se abalanzó a abrazarme fuertemente, me miró a los ojos y asintió.

—¡Lobos! —dije para llamar la atención de ellos—. Ven, Lena —dije haciéndole señas.

Ella se paró al lado mío y yo la tomé de la mano.

—Para todos ustedes, de ahora en adelante, les presento a su otra alpha y mi sucesora.

Los lobos se inclinan para adelante haciendo una reverencia de respeto y luego aullan.

—Pueden retirarse.

Los lobos y los vampiros se retiran dejándonos en familia nada más.

—Estamos viejas, Hope —digo riendo.

—Si así voy a pasar mi vejez, entonces me alegro.

Nos juntamos todas en una ronda y nos dimos un abrazo en grupo.

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Cuando llegamos a casa estuvimos celebrando hasta la madrugada, contando anécdotas y cosas vergonzosas de la otra. También bebimos mucho alcohol y alborotamos a todo el vecindario.

—Una vez, __________, de pequeña agarró tierra y se la puso en la cara a el vampiro más viejo y temido, dejándolo desconcertado. Luego lo solucionó nuestro padre.

—¡Hope! —Todas rieron y yo me sonrojé.

—Oye, sé que no es momento de preguntar pero... ¿Qué fue lo que hicieron ahí? —preguntó Josie.

—Miré a Hope y a Sabrina y ellas asintieron—. Bueno, pasó todo de golpe.

(Flashback)

—¡Sabrina! ¡Hope! Vengan aquí.

—¿Qué pasó, _______? —dijo Sabrina.

—Necesito que me hagan un favor.

—Dinos —dijo Hope.

—Necesito que cuando muera, me revivan.

—¡¿Cómo?!

—Tranquilas, les explico. Aurora no nos va a dejar tranquilas hasta que una de las descendientes de Klaus muera.
Seguramente estemos yendo a una trampa, es por eso, que si alguna tiene que morir, voy a morir yo. Ahí es cuando entras tu Sabrina. Necesito que uses tu influencia en tu padre para que nos ayude.

—¿Cómo vamos saber cuándo revivirte?

—Cuando ese momento pase, yo voy a encender el color de mis ojos tres veces. Así pueden saber lo que voy a hacer.
Aurora creerá que yo morí, ya que estaré disecada en el suelo.

—¿Cómo voy a avisarle a Sabrina que tiene que revivirte?

—Te daré esto —Le entrego un pendiente—. Esto tiene una alarma que solo podrá escuchar Sabrina. Cuando yo muera, debes activarlo, si pasan más de trece minutos, moriré permanentemente. ¿Cuento con ustedes?

—No lo sé, _________. Es peligroso, podrías morir por siempre.

—Confio en ustedes.

(Fin del flashback)

—¿Por eso es que cuando subimos al auto Sabrina y Hope parecían nerviosas? —preguntó Josie.

—Así es.

—¿Y todo eso lo idearon en diez minutos?

—Ajam.

—________, deberías haberme lo dicho. Casi mueres y yo... No sabría como seguir sin...

—Hey —Tomo sus manos—. Está bien, no voy a abandonar este plano tan fácil. Van a tener que seguir aguantandome unos cuantos años más —ríen—. Te prometo que nunca me iré de tu lado.

—¿Lo dices en serio? —preguntó Lena con los ojos aguados.

—Lo juro —le doy un beso y las demás hacen ruidos de ternura.

—¡Oigan! —Lena y yo nos sonrojamos y miramos hacia otro lado.

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                           (Una semana después)

—¿Lista, Hope?

—No lo sé, estoy muy nerviosa, ¿Qué se supone que diga? Ella me gusta desde los catorce.

—Cuando estés ahí arriba, sabrás que decirle. Si no es así tus ojos le dirán lo que necesita saber.

—Que sabia mi hermana —ríe.

—Muy bien, vamos que ya debe empezar la ceremonia.

Hope y yo nos adentramos a la Iglesia, llevé a mi hermana hasta el altar y me puse a un costado, sentandome junto a Lena. Mi hermana estaba jugando con sus dedos de lo nerviosa que estaba, pero a los pocos minutos aprecio Josie con el vestido y el ramo de flores.

—Ay no puede ser —dijo ella al mirarla.

Josie tenía un vestido rosa blanquecino con brillos en la parte baja de este. La traía su padre, Alaric Saltzman. Aunque me caía mal, debía mantenerme serena. Era la boda de mi hermana, no podía hacerle eso.

La ceremonia comenzó y yo ya estaba llorando. Ellas empezaron a decir sus votos, eran muy bonitos a decir verdad, no podía esperar a que Lena estuviese así conmigo.

—Hope Andrea Mikaelson, ¿Aceptas como tú esposa a Josie Saltzman?

—Acepto —Mira a Josie.

—¿Y tú Josie Saltzman? ¿Aceptas a Hope Andrea Mikaelson como tú esposa?

—Acepto.

—Entonces las declaro esposa y esposa, puede besar a la novia.
Hope beso a Josie y todos se levantaron de sus asientos para aplaudir, yo que estaba en la primera fila, me levanté primero que todos.

—¡Vengan aquí mis casadas favoritas! —dije gritando de la emoción.

Las abracé a las dos muy fuerte y no pude evitar soltar un par de lágrimas más.

—Las quiero mucho chicas.

—Ohhh —dijo Hope tiernamente.

—¡Vamos a la fiesta! —dijo Sabrina y nos hechamos a reír.

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Lena y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora