Lena y Tú

Capítulo sesenta y uno

—¡A despertarse!

Sentí un gran frío y peso en mi antes de despertar alertada.

—¡¿Pero que mierda haces?! —pregunté al ver que Hope había tirado agua con hielo sobre mi.

—¿Qué no me escuchaste? ¡Te despierto!

—¡¿Y era necesario el agua con hielo?!

—Absolutamente

—Si hubiera sabido te hubiera despertado de la misma forma o peor —dije levantándome de la cama.

—Ya, no es para tanto.

Tomé la botella de agua de encima de la mesita y le tire el contenido encima.

—¡Oye!

—No es para tanto —dije burlona.

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—¡Lena! —dije abriendo la puerta—. Lena despierta tenemos que... —Me sorprendí al ver a Lena ya despierta y activa como si hubiera dormido todo el año.

—¿Lena?

—¿Sí?

—¿Qué haces con todo esto?

—Nada, solo son un par de juguetes que elabore en el laboratorio.

—¿Un par de juguetes? ¡Miden como dos metros!

—Solo estaba nerviosa...

—Si haces estos increíbles inventos nerviosa, no me imagino que haces concentrada —dije mirando detenidamente—. Bueno —Salí de mi trance—. Tenemos que alistarnos que hoy es tu boda.

—Lo sé.

—¿Y estás tan tranquila?

—No, en realidad me estoy muriendo por dentro pero estoy manteniendo la compostura.

—Ok, respira, va a estar todo bien.

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—¿Cómo te sientes? —preguntó Hope.

—Cómo cuando tuve que decirle a mamá que casi mato a alguien y activo mi maldición.

—Ok, eso difinitivamente no es bueno.¿Ya desidieron que apellido se van a poner? —dijo para cambiar de tema.

—No lo sé, me parece que voy a elegir ponerme su apellido.

—¿No vas a seguir con el linaje? —preguntó con una falsa tristeza.

—A mi descendencia voy a ponerle Mikaelson.

—Eso me deja más tranquila —dijo riendo.

—Ya cállate —dije riendo.

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Tocan la puerta principal y eso llama la atención de Sabrina.

—Son mis amigas, ¿Puedes ir a abrirles? —dijo Lena desde su habitación.

—Claro.

—¿Hola? —dice una chica elegante—. Disculpa ¿Se encuentra Lena aquí?

—Sí, pasa.

—¡Amiga!

—¡Chicas!

Veo a las amigas de Lena y ella abrazarse y yo mientras las escaneo.

—Oh, disculpa. Chicas, ella es Sabrina, Sabrina ellas son Andrea y Sam.

—Mucho gusto —dijo Andrea.