Capítulo setenta y nueve

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Me estaba tomando un café cuando escuché el timbre de la puerta principal. Lena no se encontraba en la casa así que fui yo hacia allí.
Abrí la puerta y me encontré una chica con cabello rubio de ojos celestes.

—¿_________?

—¿Sofía?

______________

Cuando llegué a casa y entré escuché una conversación distante que parecía incluir a mi esposa.
Dejé las cosas arriba del sofá y me acerqué con cuidado.
Cuando estuve lo suficientemente cerca ví a mi esposa riendo con una mujer de cabello rubio.

—ríe—. ¿Te acuerdas?

—Sí, obviamente me acuerdo —contesto mi esposa, riendo.

—carraspeé—. Hola.

—¿Quién es esa? —dijo mirándome de arriba hacia abajo.

—¿Disculpa? ¿Cómo que "esa"? —dije mirándola fijamente.

—Sí, ¿Quién carajo eres tú? —dijo levantándose y poniéndose enfrente de mi.

—Hey, hey —dijo _______ poniéndose en el medio—. Creo que deberíamos calmarnos. Sofía, ella es mi esposa.
Amor, ella es Sofía.

—Oh, así que tú eres la esposa de _______.

—Así es.

—Encantada, soy la ex —dijo guiñándome un ojo.

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—Oye, dime la verdad. ¿Ella te complace tanto como yo lo hacía? —me dijo Sofía juguetona.

—No creo que debas hacer esa clase de preguntas. Pero, para responderte, ella si me complace. Más que tú.

—Por favor, ¿Ella? —dijo incrédula.

—Porsupuesto.

—¿No te acuerdas lo bien que la pasábamos nosotras?

—Claro que me acuerdo. También recuerdo cuando matabamos a personas inocentes solo por morbo y satisfacción.

—Ay, por favor. No puedes negarme que te encantaba cuando la vida de tu víctima se iba en sus ojos.

—Pero...

—Cuando les arrebatabas la vida y veías lo frágiles que eran —dijo acercándose peligrosamente hacia mí.

—Sí, pero no sé si te acuerdas que no tenía humanidad.

—Y aún cuando ahora la tienes sé que extrañas asesinar a alguien a sangre fría.

—Eso no es verdad —dije chocando con la pared.

—Sabes que eso no es cierto —Sonrió acorralandome.

—¿Qué mierda haces? —gritó Lena desde la otra sala.

Lena se acercó rápido y la agarró a Sofía de la camiseta poniéndola contra la pared con sus ojos dorados.

—Tranquila, lobita —Sonrió mirando a Lena.

Lena y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora