Capitulo ochenta y siete

82 12 5
                                    

Me desperté por la luz del sol e inmediatamente me di la vuelta para abrazar a mi esposa. Extendí mis brazos, pero de inmediato me caí por el vacío que se encontraba al mi lado.
Me senté en la cama, froté mis ojos y bostecé.
Me levanté y fui al baño a lavarme la cara, para luego ir a la habitación de los pequeños. Allí, me encontré una nota con la letra de Lena que decía que se había ido con Kara, que ya había alimentado a los pequeños con puré de calabaza y que volvería luego. En la parte final me decía que me amaba.
Rompí la nota y fui abajo para desayunar. Después, fui al gimnasio de nuestra casa para poder liberar un poco mi enojo.
Me duché y salí con mi vehículo a dar una vuelta por la ciudad. En el camino, estacioné afuera del supermercado para comprar algunas cosas que faltaban en la casa. Al salir y poner todo en el vehículo, escuché unos lloriqueos a lo lejos que me llamaron la atención. Me acerqué lentamente y el sonido se volvía cada vez más fuerte. Cuando llegué al origen del sonido, noté que eran de dos cachorritos que fueron abandonados en un cesto de basura. Rápidamente, los cargué y los llevé al vehículo para llevarlos a la veterinaria.
Hipnoticé a la recepcionista para que el médico atendiera a los cachorritos y me dijeron que le tenía que dar medicina para desparasitarlos. Le dieron su primer vacuna para fortalecer su sistema inmune y prevenir enfermedades, y algunas cosas más.
Me llevé a los cachorros a mi vehículo de nuevo y pasé por un petshop para comprar algunas cosas para ellos, como leche para alimentarlos y camitas para dormir.
Llegué a casa con los cachorros y Lena aún no había llegado, así que los llevé a un cuarto y los puse en sus respectivas camitas para que ellos pudieran descansar.
Me puse a ver la televisión en lo que esperaba que Lena llegara, también me preparaba algunos snacks para una película.

--------------------

Ya estaba atardeciendo y Lena aún no llegaba.
Había jugado con los pequeños un rato, los había alimentado y ahora se habían vuelto a dormir.
Cansada de que Lena no llegara decidí ir a ver a los cachorritos y alimentarlos. Preparé la leche en los biberones y subí hacia el cuarto de ellos. Entré y en cuanto escucharon ruido se despertaron y empezaron a lloriquear.
Cargué de a uno de los cachorritos y los alimente con los biberones.
Empezaron a intentar caminar por la habitación, cayendose en los intentos. Admito que me reí un poco de ellos, pero luego los volví a poner en sus camitas.
Se me había ocurrido una idea y era convertirme en loba para darle calor a los cachorros e intentar suplantar a su madre.
Me convertí y me acerqué a ellos con cuidado de no aplastarlos. Me acomodé y de inmediato se me acercaron buscando mi calor.
Los acurruqué y me puse en bolita para protegerlos.
Al poco tiempo me dormí.

-----------------------

—¡Amor, ya llegué! —dije intentando hacer que mi esposa me escuchara.

—¿_________?

Subí las escaleras y empecé a buscarla por la casa. Cuando la encontré me di cuenta que ella estaba en forma de loba acostada durmiendo en una habitación.

—¿Amor?

Me acerqué lentamente a ella y moví su cuerpo para que despertara.

—_________.

Ella alzó su cabeza e inmediatamente me identificó.
Se convirtió en humana de nuevo y noté que habían dos cachorritos dormidos allí.

—¿Y ellos? —pregunté.

—Los encontré en la basura hoy cuando fui a comprar algunas cosas. Me dio pena dejarlos ahí o no hacer nada al respecto, así que los traje.

Lena y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora