🀦Capítulo 10🀦

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Se había duchado, refrescado e incluso había ganado un poco de aplomo cuando volvió y encontró a Seokjin poniendo una camisita de dormir de algodón a Lune, ya soñolienta.

La habitación de la niña olía a talco y a jabón infantil; Lune se había tranquilizado.

-Y ahí está tu papá, que ha venido a darte unos besos de buenas noches. -Jin levantó a la pequeña y ésta tendió los brazos hacia Jimin-. Cuando la hayas arropado, pasa por el salón.

-Sí. -Abrazó a su hija, aspirando el perfume de su pelo, de su piel-. Gracias, Jinnie.

Permaneció un momento con la niña en brazos, concentrándose en el gesto.

-Papá lo siente, vida mía. Si pudiera, te regalaría el mundo. El mundo entero y una caja de plata para ponerlo dentro.

Intercambiaron unos besos y unos suaves murmullos y por fin la tendió en la cuna, haciendo arrumacos a su perrito. Dejó la luz al mínimo y salió del dormitorio, hacia el pasillo para ir al salón.

-He tomado unas botellas de agua de tus reservas. -Jin le alargó una-. Ésta es para ti.

-Perfecto. ¡Ay, Jin, qué estúpido me siento! No sé qué haría sin ti.

-Te las arreglarías muy bien. Mejor conmigo, pero eso ya se sabe. -Seokjin se sentó y estiró las largas piernas. Iba descalzo y llevaba las uñas de los pies pintadas de un rosa chicle-. Si te vas martirizando cada vez que a tu hija le da un berrinche llegarás a los treinta molido.

-Sabía que estaba cansada. Tenía que haberla traído directamente a casa en lugar de permitirle que fuera a ver a Yoongi.

-Pero supongo que ha disfrutado de la visita tanto como él. Ahora duerme como un angelito y no ha pasado nada.

-¿Tú crees que soy un mal padre?

-¡Pero qué dices! Tu hija es feliz, está llena de salud y rodeada de amor. Es de natural dulce. Además, sabe lo que quiere y cuándo lo quiere, algo que, en mi opinión es una señal de carácter. ¿No tiene derecho a una pataleta como todo el mundo?

-La de hoy ha sido de campeonato. No sé qué me pasa, Jin. -Jimin dejó la botella sin haber tomado una gota de agua-. De pronto cualquier emoción me afecta, me pongo de malas y al poco rato soy la felicidad en persona. Cualquiera diría que vuelvo a estar embarazado, menos mal que no hay ninguna posibilidad, a menos que esté programada una segunda venida de Jesús para uno de estos meses.

-Esta podría ser la respuesta. Eres joven, tienes buena salud. Y también unas necesidades no satisfechas. El sexo es importante.

-Puede, pero no es una cosa fácil, ni que llegue así como así a alguien en mi situación.

-Lo conozco muy bien. De todas formas, si te apetece volver a salir, tienes a una serie de niñeros a tu disposición.

-Lo sé.

-Por cierto, Jiminnie, me parece que la cuestión sexual podría ser una de las claves para Hoseok.

-Lo siento, Jin, estaría dispuesto a casi todo para echar una mano, pero lo de una relación con Hoseok es algo por lo que no podría pasar. Fantasma, psicópata... Dos palos en uno.

-Así me gusta -dijo Jin riendo-. Namjoon y yo hablábamos de lo que te ocurrió la otra noche, digamos una manifestación de nuestras teorías. Con el sexo es con lo que Hoseok conseguía lo que quería en la vida. Era su mercancía. Como mínimo ésta es nuestra conclusión: era el amante de Soohyun. Así fue como, obviamente, concibió un hijo.

-Quizá lo amaba. Es posible que él lo sedujera, que Hoseok se enamorara de Soohyun. En realidad, no disponemos más que del punto de vista de Beatrice en su diario, y no puede decirse que sea una fuente objetiva.

Lirio Rojo³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora