El sol se filtraba a través de las hojas de los plátanos y los robles y proyectaba sombras y luces en el verde césped. Desde las ramas de los árboles, los pájaros cantaban y llenaban de armonía aquella agradable atmósfera.
Las tumbas, de mármol blanco, de granito gris, llevaban esculpidos los nombres de los muertos. En algunas se veían flores, pétalos que perdían el color, pétalos que se agitaban con la leve brisa. Tributos a aquéllos que se habían ido de este mundo.
Yoongi estaba entre su padre y Jimin dándoles la mano mientras el ataúd descendía.
-Ya no siento tristeza -afirmó Jimin-. Ya no. Tengo una sensación agradable, más que agradable. De cariño.
-Se ganó el derecho de estar aquí. Al lado de su hijo. -Seokjin miró las tumbas, sus nombres. Soohyun y Beatrice, Yugyeom y Elizabeth. Y ahí, sus padres. Sus tías y tíos, sus primos, eslabones en la larga cadena de los Kim.
-En primavera pondremos su lápida. Jung Jiwon Hoseok.
-En cierta manera, ya está identificado. -Namjoon volvió la cabeza para besarle el pelo-. Al enterrar con él el sonajero de su hijo, su foto. Jimin tiene razón. El cariño.
-Sin él, yo no existiría. Sin él, no existiría Yoongi. Ni los que vengan de él. Merece su lugar.
-Hiciera lo que hiciese, no mereció que lo trataran de aquella forma -suspiró Taehyung-. Me siento orgulloso de haber participado en esto. En lo de devolverle el nombre y de devolverle, espero, la paz. -Sonrió mirando a Jungkook y luego a Jackson y a los demás-. Todos hemos sido partícipes.
-Arrojado al estanque. Como un desecho. -Jungkook acarició la espalda de Taehyung -. Y todo por proteger... ¿qué? La reputación.
-Ya lo hemos encontrado -dijo Jackson-. Has hecho bien, Jinnie, en desafiar las convenciones y enterrarlo aquí.
-El nombre de los Kim sigue teniendo peso suficiente para empujar a los burócratas. La verdad es que deseaba casi tanto ofrecerle esto como apartarlo de mi casa y de aquéllos a quienes amo. -Dio un beso a Yoongi en la mejilla-. Mi chico. Mi valiente chico. Es a ti a quien Hoseok debe agradecerlo sobre todo.
-No creo -disintió él.
-Tú volviste. -Jimin apretó los labios-. A pesar de que intentó hacerte daño, volviste para ayudar a sacarlo.
-Le dije que lo haría. Los Min mantenemos la palabra como los Kim. Yo tengo sangre de ambos. -Tomó un puñado de tierra, lo mantuvo por encima del ataúd y lo dejó deslizar entre sus dedos-. Ahora ha terminado.
-¿Qué puede decirse de Hoseok? -Seokjin levantó una rosa roja-. Estaba loco... Seamos sinceros. Tuvo una muerte horrible, pero no vivió mucho mejor. En cambio cantó para mí y también para mis hijos. Su vida trajo la mía. Descansa en paz, bisabuelo. -Soltó la rosa sobre el ataúd.
Los demás fueron lanzando también rosas y retirándose.
-Vamos a dejarles un momento a solas -dijo Seokjin, señalando a Yoongi y Jimin.
-Ya no está -Jimin cerró los ojos y se calmó-. Lo noto. Supe que ya no estaba antes de que subieras. Supe que lo habías encontrado antes de que nos lo dijeras. Fue como si cortaran el cordón que me unía a él.
-El día más feliz de mi vida. Hasta hoy.
-Lo que necesitaba, lo tiene. -Miró el ataúd y las flores que lo cubrían-. Cuando estabas en el estanque, por un momento temí que no pudieras volver.
-No había acabado contigo. Ni de lejos. -Lo tomó por los hombros, lo colocó de espaldas a la tumba, de cara a él y a la luz del sol-. Tenemos toda una vida por delante. Ahora nos toca a nosotros.
Sacó el anillo del bolsillo y se lo puso en el dedo.
-Encaja perfectamente. Ya es tuyo. -Unió sus labios a los de Jimin-. Ahora la boda.
-Creo que es una idea excelente.
Tomados de la mano, se alejaron de la muerte por el camino del amor y de la vida.
En la mansión Kim, los amplios salones, las elegantes estancias guardaban silencio inundadas de sol, inundadas de recuerdos. Inundadas de pasado, abiertas al futuro.
Nadie cantaba allí.
Pero sus jardines florecían, sobre todo, la dalia azul, la rosa negra y el lirio rojo.
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Lirio Rojo³
ParanormalUn empleo era lo que deseaba Park Jimin para él y su hija cuando llamó a la puerta de la mansión Kim. Lo que también encontró fue un hogar, la sólida amistad de Jin y Tae, y la posibilidad de un nuevo amor. Solo el misterio que rodeaba la mansión Ki...