🀦Capítulo 29🀦

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Jimin lo recordaba vívidamente. Ni siquiera a la mañana siguiente el sueño acudía a su pensamiento de manera fragmentada o borrosa.

-Ha sido, creo que ha sido, una especie de intento para provocar lástima. Mejor dicho, comprensión. -Jimin sostenía la taza con ambas manos e iba sorbiendo poco a poco el café en el rincón donde desayunaban.

-¿Cómo te has dado cuenta? -Namjoon había llegado con la grabadora y el bloc de notas, como había pedido Jimin-. ¿En algún momento te ha hablado directamente a ti?

-No, porque no era él sino yo. Es decir, los dos. No era tanto un sueño como estar allí. Sentía, veía, pensaba. No se limitaba a mostrármelo, sino que lo revivía. Si es que así puede entenderse de alguna forma.

-Cómete los huevos, cariño -insistió Jackson-. Estás muy pálido.

Tomó un poco de lo que tenía en el plato, obediente.

-Estaba guapísimo. Nada que ver con la forma en la que lo hemos visto, de verdad. Exuberante, para caerte de espaldas... disculpen la expresión. Pasaban tantas cosas por su cabeza, por mi cabeza, en fin, ya no sé por dónde. Irritación por los cambios que experimentaba su cuerpo, las incomodidades, conspiraciones y planes para sacar más y más de Soohyun, sorpresa ante la reacción de él frente a su estado, asco por los hombres como él, por las esposas de éstos, envidia, codicia. Y todo iba haciendo una gran bola.

Se calló un momento, tomó aire.

-Creo que ya estaba un poco ido.

-¿Y de dónde sale ese punto de lástima? -le preguntó Yoongi-. ¿Te daría pena una persona como él?

-Ha sido el cambio. Notaba cómo se movía el bebé. Lo notaba yo. La sacudida en las sensaciones, la súbita conciencia de que llevas una vida dentro. Y la oleada de amor que conlleva. En aquel momento, el bebé era suyo. No se trataba de un ardid ni de algo incómodo, era su hijo y él lo quería. -Miró a Seokjin.

-Sí.

-Pretendía demostrármelo. Yo amaba a aquel bebé, lo quería. Y el hombre, aquel tipo de hombre capaz de utilizar a un doncel como yo, me lo arrebató. Hoseok llevaba la pulsera. La pulsera de los corazones. Sentí lástima por él. No creo que fuera una buena persona, desde luego amable no, pero ni siquiera entonces, antes de que le llegara la hora, creo que estuviera equilibrado. Eso sí, amaba al bebé, lo quería. Creo que lo que me ha mostrado era real, y me ha elegido a mí pensando que lo comprendería mejor que nadie. Efectivamente, he sentido pena por él.

-Está bien la comprensión -dijo Nam-, pero no puedes bajar la guardia. Te está utilizando, Jimin.

-Lo sé, y no lo haré. Tal vez me dé lástima, pero no tengo por qué confiar en Hoseok.

Pasaron unos días, Jimin esperaba el paso siguiente, la experiencia siguiente, pero agosto se fue consumiendo y llegó septiembre

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Pasaron unos días, Jimin esperaba el paso siguiente, la experiencia siguiente, pero agosto se fue consumiendo y llegó septiembre. La experiencia más negativa fue que se le estropeó el coche al salir del trabajo, cuando iba a recoger a Lune, y por fin tuvo que aceptar que había llegado el momento de cambiarlo.

Lirio Rojo³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora