🀦Capítulo 12🀦

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Namjoon se ajustó las gafas para observar con más detenimiento las fotos. Pensó que Yoongi había sido muy minucioso al tomarlas a partir de ángulos distintos, desde primeros planos hasta las panorámicas.

El tipo tenía mano firme y la cabeza fría.

Pero...

-Tenías que habernos llamado cuando ha ocurrido.

-Era la una de la madrugada. ¿Qué hubiera sacado con ello? El aspecto era éste.

-Por lo visto, lo tienes cabreado. ¿Alguna idea?

-No.

Namjoon extendió las fotos, por orden, mientras Jackson miraba por encima de su hombro.

-¿Has limpiado todo el desorden? -preguntó Jackson a Yoongi.

-Sí. -El genio parecía vibrar a partir de los omóplatos de sus hombros en tensión-. Ha utilizado hasta el último maldito plato que ha encontrado.

-No has perdido gran cosa. Eran espantosos. ¿Y esto qué es? -Jackson levantó una de las fotos-. ¿Galletitas? Pero ¿qué edad tienes tú, doce años, Yoongi? -Con expresión compasiva, Jackson movió la cabeza-. Me preocupas.

-¡Qué le vamos a hacer, me gustan las galletitas!

Namjoon levantó la mano.

-Dejemos aparte las preferencias gastronómicas...

-Eso son bombas de azúcar, grasas y conservantes. -Interrumpiendo a Namjoon, Jackson dio un suave pellizco a Yoongi en la cintura.

-Ya okey. -Pero aquel gesto, tal como había pensado el otro, introdujo una pizca de buen humor en Yoongi.

-Vamos, niños -intervino de nuevo Namjoon, afable-. Pasando al tema que nos ocupa, he aquí un nuevo cambio de pauta. Que sepamos, nunca había ido a la cochera ni te había causado problema alguno. -Miró a Yoongi a la espera de confirmación.

-No. -Un nuevo vistazo a las fotos volvió a recordarle el susto, la ira y el rato que le había llevado arreglar aquellos destrozos-. ¡Qué buen debut!

-Hay que informar a tu padre.

-Sí, sí. -Encendido todavía, Yoongi se fue hacia la puerta trasera y dirigió una ceñuda mirada a la bruma matinal. Había esperado, que su padre saliera a hacer su carrera habitual-. Tengo mi vida en gran estima. Pero quería analizar esto antes de implicarlo a él. -Volvió la vista hacia el techo, imaginando que Jimin también había iniciado un nuevo día-. O a los demás.

-¿Estrategias para proteger a nuestros hombres? -dijo Jackson, exagerando el tono-. Estoy de acuerdo contigo, colega, pero a Seokjin no le gustará nada. -Y señalando con el pulgar el techo añadió-: Y a Hoseok tampoco.

-No quiero que pierdan los estribos por esto. Si puede quitársele un poco de importancia... En definitiva, han sido platos y cuatro chorradas de la cocina.

-Un ataque personal, Yoongi, no directamente a ti, sino a tu propiedad, en tu casa. Eso ha sido y eso es lo que verán ellos. -Nam lo detuvo con un gesto antes de que interviniera-. Hemos lidiado con cosas peores, todos nosotros, y sabremos lidiar con esto. Lo importante es saber por qué ha ocurrido.

-¿Porque está loco? -saltó Yoongi-. Podría ser un pequeño factor a tener en cuenta.

-Se parece a su padre cuando se mosquea -comentó Jackson-. Mal genio y tozudez.

-Ya me he fijado. En otras épocas se lo ha visto andar en dirección a la cochera. -Nam apoyó la cadera en la mesa-. Ustedes mismos lo han visto de pequeños. Debemos suponer que en un momento u otro de su vida estuvo allí. Lo más seguro es que fuera después de que Kim Soohyun trajera a su querido hijo aquí para hacerlo pasar por su legítimo heredero.

Lirio Rojo³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora