Primero llegó la comida, una reunión familiar, una especie de ritual que los juntó a todos, con flores y charlas de niños. Seokjin había dicho que aquellas cosas eran importantes y Jimin se daba cuenta del objetivo.
«Así somos nosotros -parecían decir-. Cómo somos y cómo seremos independientemente de los problemas que surjan. Y quizá a causa de ellos».
Le habían ofrecido aquello, aquella familia. Padres, hermanos, sobrinos, un amante y amigos. Una hija a la que todos querían y un bebé en camino.
Haría lo que fuera para mantener al grupo sano y salvo.
Por ello comió. Habló y escuchó, ayudó a limpiar la mesa y enterró sus nervios bajo aquel tesoro de la normalidad.
Se habló de flores y de libros, de escuela y libros. Y había llegado el momento que tanto ansiaba de planificar la boda.
-Supongo que Jimin te habrá dicho que nos gustaría casarnos aquí, si no te importa, papá.
-Eso es lo que esperaba oír. -Seokjin soltó el tenedor-. ¿En los jardines? Rezaremos para que haga buen tiempo y dispondremos de carpas por si acaso. En cuanto a las flores, seré yo quien se arremangue. Insisto en que lo dejen en mi mano. Supongo que quieren lirios.
-Sí. Yo quisiera llevar lirios rojos.
-Así que colores vivos, fuera los tonos pastel. Lo procuraré. Sé que no les apetece algo excesivamente formal y como hemos tenido ya dos bodas este año, creo que podremos resolver los detalles sin grandes esfuerzos.
-A partir de aquí, tú no te metas, Yoongi -le aconsejó Jungkook-. Cúbrete las espaldas. Limítate a: «Me parece perfecto». Y si en algo te plantean dos opciones, sobre todo no caigas en la trampa. Di: «Las dos me parecen ideales», y le dices a él que escoja.
-Se cree gracioso -dijo Taehyung secamente-. Y no le doy una patada por debajo de la mesa porque tiene toda la razón.
-¿Qué pasa que todo el mundo se casa? -preguntó Yeonjun-. ¿Y que siempre nos tengamos que poner corbata?
-Les encanta torturarnos -respondió Jungkook-. Los donceles son así.
-Pues que se la pongan ellos.
-Yo no me pongo corbata a veces -dijo Taehyung- si uso camisa me gusta usarla un poco abierta y mostrar mis maravillosas clavículas.
-Yo sé por qué se casa la gente -intervino Kai-. Para dormir en la misma cama y hacer niños. ¿Ya hicieron uno tú y Nam? -preguntó a Seokjin.
-Nosotros ya cumplimos con nuestra parte hace un tiempo. Por cierto -Seokjin se apartó de la mesa-, hablando de cumplir, ustedes dos podrían ayudar a Jackson a recoger y luego se toman un helado en la cocina.
-Vamos, soldados. Preparados. Usted también, recluta. -Sin darle tiempo a Jimin, Jackson se dispuso a bajar a Lune de la trona-. Que sea usted bajita, no la libra de la cocina. A ella le gusta ayudarme a llenar el lavavajillas -dijo a Jimin-. Tranquilo.
-Tengo que hablar un momento contigo en la cocina.
-A recoger y a apilar, caballeros -ordenó, y se llevó a Lune del comedor-. Eso lo arreglamos nosotros -dijo a Jimin-. No te preocupes.
-No. No es eso. Sé que a Lune le gusta estar contigo. Es sobre la boda. Tengo que pedirte algo.
Soltó a Lune y le dio un bote y una cuchara para golpear.
-¿Qué te hace falta?
-Tal vez te suene raro, pero creo que una persona tiene que planificar un día como el de su boda de forma que se adecué al máximo a su personalidad.
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Lirio Rojo³
ParanormalUn empleo era lo que deseaba Park Jimin para él y su hija cuando llamó a la puerta de la mansión Kim. Lo que también encontró fue un hogar, la sólida amistad de Jin y Tae, y la posibilidad de un nuevo amor. Solo el misterio que rodeaba la mansión Ki...