🀦Capítulo 21🀦

46 10 0
                                    

-Estábamos sentados hablando. Le contaba a Jin lo maravilloso que fue anoche, le he enseñado la pulsera. Y, lo siento Yoongi, le decía que me sentía culpable de que me la hubieras comprado. Entonces igual me he emocionado... -Dirigió una suplicante mirada a Seokjin en la que claramente le pedía que confiara en él-. Y de pronto aparece él. Como una explosión. Lo tengo algo borroso. Para mí ha sido como oír una conversación, algo así como cuando aplicas un vaso a una pared para oír lo que están diciendo en la habitación de al lado. Un sonido como metálico, retumbante.

-En mi opinión, se estaba divirtiendo, de una forma maléfica -empezó Seokjin, y continuó paso a paso con lo sucedido.

-Él estaba acostumbrado a recibir regalos a cambio de relaciones sexuales - fue anotando Namjoon en su bloc-. Por esta razón lo relacionó con la pulsera que llevaba Jimin. No podía entender -añadió Namjoon- la generosidad o el placer de regalar por el mero hecho de regalar. Si a él le ofrecían algo era un intercambio. Nunca una señal de afecto.

Jimin asintió y permaneció sentado en el suelo con Lune.

-Vino aquí -continuó él-. Según sus propias palabras, vino aquí de noche. Quería hacer daño a Soohyun, quizá a todos los de la casa. Puede que incluso lo hubiera planeado. Pero no lo llevó a cabo. Tenemos que suponer que fue aquí donde recibió el daño. Él dice que estaba aquí, siempre.

-Murió aquí -asintió Jimin-. Sigue aquí. Sí. Esa fue la sensación. Casi como si pudiera ver lo que tenía él en la cabeza mientras sucedía. La sensación era ésta. Murió aquí y sigue aquí. Y al hijo que tuvo continúa viéndolo como un bebé. Hoseok se ve como era entonces, y creo que en su cabeza también ve así a su hijo.

-Por eso se relaciona con los niños y se siente atraído por ellos -concluyó Yoongi-. Pero en cuanto crecen, ya no encuentra sustituto para el suyo.

-Acudió en mi ayuda cuando lo necesité -señaló Seokjin-. Reconoce el vínculo de sangre. Lo admite, como mínimo cuando le conviene. Las emociones a flor de piel de Jimin lo despertaron. Pero luego respondió a las preguntas, habló de forma inteligente.

-De modo que yo soy una especie de conducto. -Jimin reprimió otro escalofrío-. Pero ¿por qué yo?

-Tal vez porque eres un padre joven -sugirió Namjoon-. Más o menos de la edad que él tenía cuando murió, que crías a un hijo, algo que se le negó a él. Él dio vida. Se la arrebataron. Cuando a uno le arrebatan la vida, ¿qué le queda?

-La muerte -dijo Jimin, estremeciéndose. No se movió cuando Lune se fue hacia Yoongi y levantó los brazos para que la aupara-. Se está haciendo más fuerte, eso es lo que noté. Le gusta disponer de un cuerpo y poder decir lo que quiere. Le gustaría más. Le gustaría...

Sin darse cuenta estaba retorciendo la pulsera y bajó la vista hacia ella.

-Había olvidado -dijo en voz baja-. ¡Dios mío, lo había olvidado! Anoche, cuando me arreglaba, cuando me miraba al espejo, él estuvo ahí.

-¿Tuviste una de esas experiencias la otra noche? -preguntó Yoongi.

-No. Por lo menos no igual que ésta. Él estuvo allí, en mi lugar, frente al espejo. Yo no... -Agitó la cabeza, con impaciencia-. Seguí siendo yo todo el tiempo, pero el reflejo era el de Hoseok. No quise comentar nada porque no me apetecía darle vueltas a eso anoche. Quería quitármelo de la cabeza por un tiempo, y luego... todo desapareció, hasta ahora. Su aspecto no tenía nada que ver con la forma en que lo habíamos visto antes.

-¿A qué te refieres? -preguntó Namjoon, con el lápiz a punto.

-Iba muy elegante. Con un traje rojo, aunque no del estilo del que tenía yo. Un traje muy lujoso, con un gran escote, que dejaba los hombros y clavículas al descubierto. Un traje de fiesta, creo. Llevaba muchas joyas. Rubíes y diamantes. El collar era... -Su voz se fue apagando al fijar la vista en su pulsera y quedar conmocionado.- Rubíes y diamantes -repitió-. Eso era lo que llevaba. Esta pulsera. Estoy seguro. Cuando la vi en el hotel, sentí una enorme atracción. No conseguí ver otro objeto en la vitrina. Hoseok la llevaba, en la muñeca derecha. Era suya. Esta pulsera era suya.

Lirio Rojo³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora