you | armin arlert [snk]

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VALETTE

- Debiste quedarte callado.

Reiner farfulló algo que parecía un "lo sé", negué con la cabeza mientras terminaba de limpiar sus heridas. Gabi estaba a mi lado observando con preocupación. 

Jean se había ido en dirección al bosque, pero quería creer que volvería. Había perdido el control al escuchar sobre la muerte de Marco, no podía culparlo.

Había pensado en detenerlo cristalizando algo pero al final no lo hice. Podía querer mucho a Reiner, pero no había duda en que se lo merecía. De todas formas, era un titan en un par de horas se regeneraría.

Annie estaba a unos metros de distancia, sentada cerca del carguero y Colt un par de metros a mi derecha con Falco al lado, ambos con la mirada cabizbaja. 

El ambiente era muy incómodo.

- Para mañana estarás bien - dije en dirección a Reiner - por mientras debes descansar.

Él no respondió, parecía ya haberse quedado dormido o tal vez no tenía ganas de hablar. Me aparté de él para ir a sentarme al lado de Falco y Colt.

- Las cosas están muy tensas ¿no? - Colt dió un suspiro - ¿Crees que ese tipo... Jean, quiera seguir ayudándonos?

- No lo sé. Marco era muy especial para él. Para todos... - apreté los labios - Ojalá decida que sí.

A la mañana siguiente di un suspiro de alivio al comprobar que todos estaban presentes, Jean incluido. Al parecer se había disculpado con Gabi por la patada que le había dado la noche anterior. 

Todos nos pusimos en marcha y en tan solo un par de minutos ya estábamos listos para continuar con el viaje.

Dado que no había suficiente espacio para todos en las carretas de alguna u otra manera acabé sentada al lado de Mikasa. Ambas sosteniendo las riendas de los caballos.
Ella se encontraba tensa, y yo también, con un silencio incómodo entre ambas. No tenía la menor idea sobre qué pensaba de mí. 

Yo no estaba de acuerdo con lo que había dicho Colt, no creía que fuese su deber o el de Armin intentar escucharme o perdonarme. Era consciente de que los había traicionado y que no debía merecer su perdón. Era tal y como había dicho Annie, yo era un monstruo. 

Podía entenderlo, pero aún así dolía.

- Cuando supe que estabas viva, quería ir corriendo a rescatarte.

La voz de Mikasa me sobresaltó, no me estaba mirando, se mantenía con la vista al frente concentrada en el camino. Tragué saliva sin saber que decir. 

Odiaba que ahora me resultase tan difícil hablar con ella cuando hace unos años éramos inseparables. Lo mismo con Armin. Era tan injusto, pero yo más que nadie sabía que las cosas no iban a poder regresar a lo que habían sido antes.

- Nos enteramos cuando estábamos en el dirigible a punto de dar la emboscada en Liberio - ella siguió hablando con voz inexpresiva - A Armin también casi le da algo. Hange y los demás tuvieron que frenarnos para que no vayamos a buscarte en ese momento. Todo aquel tiempo, habíamos creído que estabas muerta, y enterarnos de que estabas con vida nos dió la esperanza que necesitábamos...

Sentí como mis ojos se humedecían, ahogué un sollozo mientras también miraba hacia adelante. Mikasa tomó aire, no podía ver su expresión, no sabía lo que encontraría, así que por el momento me conformaba con escuchar su voz.

- Cuando aterrizamos en Liberio mi principal objetivo justo después de proteger a Eren, era encontrarte. No sabía lo que esperaba, nos habían dicho que eras una guerrera, pero creí firmemente en que aún seguías de nuestro lado. Y cuando... vi que asesinaste a todos esos soldados... no supe que pensar. Los defendiste a ellos, arriesgaste tu vida por ellos, intentaste asesinar a Eren, nos traicionaste.