ARMIN:
Las semanas pasaban rápidamente y con ellas, los meses.
Luego de aquella primera excursión nuestra, que en parte resultó un desastre y en parte inolvidable, habíamos salido en grupo en diferentes ocasiones.
Recorríamos los pueblos, hacíamos picnics así como cuando éramos pequeños, poco a poco empezábamos a vernos como una especie de familia.
Aquel día, luego de regresar del río, aún flotando en una nube de felicidad, le había preguntado a Eren que tal le había ido con Mikasa.
Su respuesta no fue muy buena.- Estaba nervioso, mucho - hablábamos entre susurros mientras los demás dormían - empecé a tartamudear y Mikasa se preocupó pensando en que me estaba dando una especie de ataque ¡Me quería llevar directo a la granja según ella para recibir atención médica!
Sé veía mortificado, intenté mantener mi cara seria sin mucho éxito.
- Basta Armin, no es gracioso.... - Eren refunfuñó- fue horrible.... Ni siquiera podía decir 3 palabras seguidas. Creo que lo he dejado peor que antes.
- No te preocupes - respondí aún intentando aguantar la risa- seguro ya tendrás muchas oportunidades más, siempre paramos juntos.
Eren no lucía muy convencido.
- Por cierto Armin - dijo de pronto - ¿Qué fue eso con Valette? Mikasa me iba a llevar arrastrándome a la granja hasta que los vio juntos, ella parecía emocionada por ustedes.
Me puse nervioso.
- Ehm.... Bueno, verás.... En realidad no es mucho.... Digo, no es para tanto....no es como la gran cosa... Sabes... Es que...uhmm, es complicado... - Eren rompió a reír.
- Seguro así sonaba yo cuando intenté decirle algo a Mikasa - intentó contener la risa - no me extraña que haya pensado que estaba enfermo.
Reí con él, en verdad... Había sonado patético.
- Así que te gusta - sentenció, di un respingo.
- Bueno no exactamente así .... - dije por pura costumbre, intentado no darle mucha importancia.
Eren me miró, sonrió con malicia pero lo dejó ahí.
- Ya lo conversaremos luego, por ahora creo que deberíamos dormir.
Obviamente no habíamos vuelto a hablar de eso, era como una especie de acuerdo no dicho, yo no le hablaba de Mikasa a Eren, y él no me hablaba de Valette a mí.
Lo más mortificante era que ellas se comportaban como si nada pasara.
Totalmente ajenas a nosotros.Si bien era cierto que Valette parecía más alegre que de costumbre, pero eso no decía nada, ella eran una persona risueña por naturaleza.
Mikasa por otro lado seguía con su personalidad de siempre, a menudo Eren y yo nos preguntábamos como era que ambas se podían llevar tan bien siendo tan diferentes. Valette era un torbellino de emociones, Mikasa era reservada y demostraba su cariño minimanente, sin embargo ambas se complementaban particularmente bien.
Ambas eran las mejores en los entrenamientos, mientas que a Eren y a mí nos iba cada vez peor.
Sobretodo a mí.
Sospechaba que de los peores cadetes, yo iba primero en la lista.
Un día en particular el entrenamiento había sido excesivo para mí. Teníamos que correr en medio de la nieve, habíamos ido a las montañas ya que nuestro exámen mensual se daría allí. El primer día el entrenamiento había ido demasiado para mí, había salido de la formación e ido a descansar a las cabañas. De igual manera, seguro el instructor Shaddis apenas se daría cuenta de mi ausencia. Y si lo hacía, pues estaría en grandes problemas.
Caminé con las fuerzas que me quedaban hasta las cabañas donde estaban nuestros dormitorios, y me quedé sentado al pie de estas. Respirando fuerte e intentando recuperar las fuerzas.
- Te ves agotado - di un sobresalto, pero inmediatamente me relaje, era Annie.
Se sentó a mí lado, con la cabeza agachada.
- ¿También te escapaste? - le pregunté.
Ella asintió
- Solo es más de lo mismo, no necesito aprender eso.
- Tienes suerte. A mí me falta mucho por aprender.
Ella calló un rato.
- Tampoco eres tan malo.
- No, soy malísimo - repliqué sonriendo un poco.
Ella me devolvió la sonrisa un tanto tímida.
- A veces quisiera ser igual de fuerte - dije - igual de fuerte que tú, o Reiner o hasta como Eren, pero no puedo. Solo soy yo.
- ¿Y qué tiene de malo? Está bien ser tú - dijo mirando al vacío - yo puede que sea fuerte o ágil, pero no tengo idea de quien soy.
La miré extrañado por sus palabras, pero no dije nada. Nos quedamos sentados al pie de la cabaña en un silencio cómodo, aún tenía frío, pero me sentía mucho más descansado.
- Oye Armin - dijo Annie de repente - ¿Alguna vez has estado enamorado?
Di un sobresalto.
- ¿QUEE? - volteé a mirarla pero ella estaba agachada mirando a su vez al piso, parecía avergonzada - bueno..... Pero ¿por qué preguntas eso...?
- Es que - respondió - hay una persona.... - se ruborizó- y no sé exactamente lo que siento por él.
La miré, se veía roja y eso que el clima era gélido, solté un suspiro de alivio.
- Bueno, en ese caso deberías decírselo - dije, miré los copos de nieve - lo que sientes, seguro es una persona muy afortunada.
Annie parecía sorprendida por mi respuesta, y yo me sentía todo un hipócrita, ni siquiera había podido decirle nada al respecto a Valette desde aquel día hace casi un año atrás, suspiré intentando hacer un lado mis emociones.
- Oye, Armin... - empezó Annie pero una voz la interrumpió.
- ¡ARMIN! - Valette llegó corriendo con una mirada de alivio al verme - menos mal estás bien, me preocupé mucho pensando que tal vez te habías perdido en la nieve, pero Eren dijo que habías regresado aquí, pero tenía que estar segura porque..... Oh... Hola Annie.
Annie no le respondió. Valette se veía incómoda, mirando de mí a Annie.
- Bueno pues ahora que sé que estás bien...no quiero interrumpir nada... - retrocedió unos pasos- nos vemos mas tarde supongo...
Hice un gesto para detenerla, pero ella salió corriendo.
- Que extraña - murmuró Annie. A su vez se paró - yo también tengo que irme, nos vemos luego Armin.
Asentí hacia ella.
La miré irse caminando en dirección a la cabaña de chicas, a medio camino volteó de nuevo para mirarme, pareció sorprendida cuando vio que aún seguía observandola.

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you | armin arlert [snk]
Fanfiction" - Soy una enemiga - dijo con convicción provocando que mi corazón se estrujase. Ya lo sabía. Pero dolía, dolía verla de esa manera, con una cuchilla apuntando a mi pecho mientras temblaba débilmente. ¿Como era posible que aquella chica a la que ha...