you | armin arlert [snk]

47

Años antes

VALETTE

Pasaron semanas antes de que deje de temblar.

No salía de mi habitación, sentada en la cama imaginando una y otra vez, pensando, torturándome.

Pensando en él, en ellos, en lo que pude haber hecho, las cosas que pude haber cambiado para que no sucedieran las cosas de esta manera...

Las noches eran las peores, cuando todo era oscuridad, y el único sonido eran mis pensamientos, gritándome y recordándome que todo era mi culpa, porque había fallado.
Recordaba cada instante de mi vida, preguntándome que podría haber hecho para que las cosas no terminaran así, que pude haber cambiado para que Armin siguiera con vida.

Cada vez que pensaba si quiera en su nombre me entraban unas ganas horribles de llorar de tirarme en el piso y solo pensar en morir. Yo había sido fuerte por él, por Eren, por Mikasa, por ellos... y ahora, ya no me quedaba nada.
Probablemente todos mis amigos estaría muertos, aunque Eren todavía estuviera vivo, estaría igual que yo y también ya me habría dado por muerta. Mi vida ya no tenía ningún sentido.

Devolvía las comidas intactas, sin apenas probar bocado.
Bruno, Angelo y Carlo intentaban ayudarme, podía notar lo preocupados que estaban con solo ver sus rostros, pero no podía hacer nada. Simplemente no quería vivir.

- Valette - era Bruno, volteé lentamente a verlo - vamos, no estés así. ¿No quieres salir? Los superiores dicen que puedes ir a donde quieras.

No le respondí, estaba sentada en mi cama, apenas vestida con un camisón blanco, me encogí un poco más ante siquiera pensar en la idea de salir.

- Señorita Valette, por favor no esté así - la voz de Angelo perforó mis oídos - podemos acompañarla a caminar, si quiere podemos ir a la playa para que vea el mar...

Fue como si me hubieran golpeado. Las lágrimas empezaron a bajar rápidamente por mis mejillas mientras luchaba contra mis ganas de gritar.

El mar...
Como era posible... que él nunca lo hubiera conocido. Después de tantas promesas, de tantos sueños. Armin jamás vería el mar, él estaba muerto.

Muerto.

Sollozaba con fuerza mientras intentaban calmarme, al final únicamente lo conseguían sedándome. Me pasaba la mayor parte de los días totalmente drogada o inconsciente.

Pero estaba bien, tal vez, eso era lo mejor. Así distraía mi mente, no pensaba, solo dormía. Apenas y exisitía.

Reiner venía a visitarme a menudo.
Probablemente, él era el único que sabía la razón por la que me encontraba así, pero eso no era tranquilizante. Cuando venía a visitarme ambos quedábamos en total silencio, yo mirando a la pared y él en la puerta con el rostro preocupado. Intentaba darme ánimos, pero ambos éramos consciente de que él era la persona menos indicada para hacerlo, es más él solo hecho de verlo me repugnaba. No decía mucho, ya que cuando hablaba, acababa volviéndome loca gritándole y tirándole cosas para que se vaya. Los sedantes eran lo único capaz de calmarme, pero me debilitaban demasiado.
Apenas y salía de mi cama, las enfermeras tenían que obligarme a comer o a levantarme, sentía mis piernas débiles, apenas y tenía algo de fuerza, pero en realidad no me importaba.
¿De qué me serviría volver a ser fuerte? ¿De qué me serviría escapar? Si todo lo que amaba ya no existía.

Porco vino tiempo después desde mi ataque. Se quedó parado en la puerta observándome, hice como que no lo veía. No quería hablar con nadie.

- Valette - dijo despacio - ya basta. Tienes que levantarte, tienes que superarlo...