you | armin arlert [snk]

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ARMIN

Salí despedido de la boca del titan. 

Tomé aire intentando poner mis ideas en orden, estaba empapado y lleno de baba, un dolor intenso me recorrió cuando sentí algo atravesando mi pierna, abrí los ojos dirigiendo mi vista hacia el titan con cabeza de cerdo. Me había atravesado con su lengua, y ahora se disponía a hacerlo de nuevo. Reaccioné lo más rápido que pude, activé mi equipo y sujeté mis cuchillas, corté el pedazo de lengua que iba directo a mí.

El titan empezó a caer, arrastrándome también a mí. Connie apareció de la nada, se impulsó hacia el titan y cortó el pedazo de lengua que me sujetaba. Solté un grito mientras me precipitaba hacia abajo en un vano intento por recuperar el equilibrio.

- ¡ANNIE! - gritó Connie.

Sentí como mi cuerpo chocaba contra una superficie suave, estaba aturdido, alcé la cabeza.

- Annie... - murmuré con una mezcla de sorpresa.

Su titan me sostenía con una mano, estábamos rodeados por titanes enemigos. Un leve atisbo de sonrisa se posó en el rostro de la titan hembra

- Lo siento, chicos... - dije intentando limpiarme - Pero ya estamos bien...

- ¡Annie! - gritaron Connie y Mikasa acercándose a nosotros - ¡Detrás de ti!

Varios titanes se acercaban por la espalda de Annie, directos a atacarla. Pero antes de que tengan opotunidad de hacerlo, otros dos titanes aparecieron luchando contra los demás. Un inmenso alivio me recorrió, Zeke lo había logrado.

Mikasa se acercó a nosotros, me ayudó a quitar el trozo de lengua que aún tenía en la pierna. Apreté los dientes reprimiendo el dolor mientras el vapor empezaba a salir de mi herida.

- Los titanes... - murmuró Connie impresionado, mirando como nos defendían - ¿Por qué nos ayudan..? ¿Qué diablos sucede?

- Es gracias al señor Zeke.

- ¿¡Zeke!? - repitió Mikasa. Asentí.

- Él despertó a los que dormían en el mundo de los caminos, - expliqué - donde ni la vida ni la muerte existen...

Un escalofrío de terror puro me recorrió cuando recién caí en cuenta.

Si en los caminos no existía muerte ni vida, ¿Cómo podía diferenciar a los que estaban vivos aquí de los que no? Había podido hablar con el resto de portadores fallecidos, tenían la misma consciencia que tuvieron en vida, incluso podía tocarlos.

Pero en realidad ya están muertos.

- Mikasa, Annie... - miré a todos lados con desesperación - ¿¡Dónde está Valette!?

Mikasa agachó la mirada con tristeza.

- Por allí... - señaló - La encontramos hace un rato, pero ninguno de nosotros puede deshacer su cristalización.

Volteé en la dirección que me indicaba sintiendo mi pulso completamente acelerado.

Pude distinguir la cristalización de Valette colgada desde uno de los huesos superiores del esqueleto de Eren, el cristal se reflejaba incluso desde la distancia.

- Reiner dice que puede morir asfixiada - explicó Connie también acercándose - Pero no tenemos forma de sacarla de allí...

- ¿Cuánto tiempo... ? - casi grité - ¡¿Cuánto tiempo lleva allí...?!

Connie y Mikasa se miraron, ambos luciendo igual de preocupados. Mikasa fue la que respondió con una vocecita.

- Más de lo que cualquier persona podría aguantar sin aire...