you | armin arlert [snk]

48

Años antes

VALETTE

Reiner volvió al día siguiente. Y al siguiente y al siguiente....

Traía su silla y se sentaba frente a mí cama.

- Estuvimos en guerra. - soltó - tuvimos que viajar muy lejos, hacia otro continente. Por eso no pude visitarte, ya te había dicho que me iría, pero creo que no me escuchaste. La guerra fue muy larga. Ya que hemos perdido 2 titanes, nuestros enemigos están aprovechando....

Hablaba él solo. Casi para sí. Yo miraba al vacío, una parte de mí perdida, otra escuchándolo.

"-Y le dije a Porco que su nombre se parecía al de un puerco, obviamente se lo tomó muy mal..."

"- El otro día fuimos al campo de entrenamiento. Ya se abrieron las convocatorias para los aspirantes a guerreros, ¿recuerdas que te expliqué sobre eso? En realidad es irritante tener que ver tantos niños ansiosos por devorarte... Claro ellos no lo ven de ese modo...."

"- Pieck puede pasarse meses en forma de titan, a menudo me pregunto si es que cuando sale se da un baño, que yo vea no lo hace, pero bueno, a ella no le gusta hablar sobre el tema..."

Él hablaba. Y yo escuchaba.
Era de a poco.
Poco a poco dejé de tener la mirada perdida en sus visitas, empecé a oír con atención e interés, y de vez en cuando sonriendo casi imperceptiblemente cuando decía algo gracioso.

Empecé a esperar sus visitas con emoción, a comer un poco más deprisa ya que nunca venía sino después de mi almuerzo, empecé por fin a hablar un poco con el psiquiatra que me había puesto Marley, empecé a caminar de nuevo para alcanzar algunas cosas.
Esperaba a que él viniera, cada día traía un nuevo tema de conversación.

Un día llegó con Porco.

Ambos trajeron un par de sillas y una mesa. Se sentaron mientras hablaban entre ellos. Los miré con curiosidad.

Empezaron a jugar un extraño juego de mesa, a menudo volteaban hacia mí dirigiéndome unas palabras, se llevaban bien, aunque Reiner lo negaran con todo su ser.

Sé volvió una especie de costumbre, por lo menos una vez al semana venían juntos a jugar o a comer, al inicio los miraba con curiosidad, luego empecé a responder a algunas de sus riñas, después de varias semanas me senté a su lado, moviendo las fichas y tirando los dados.

Pieck se les unió luego de un par de meses. Al inicio su presencia me resultó incómoda , pero pronto me acostumbré a ella. Empecé a comer en las reuniones, a gastar algunas bromas. Incluso cuando no estaban comía mejor, tomaba mis medicinas con diligencia y asistía a mis sesiones de entrenamiento para volver a recuperar la movilidad en mi cuerpo.

Empecé a hablar con las enfermeras, a preguntarle su nombre a los doctores, a hablar con los guardias fuera de mi habitación para convencerlos de que me dejaran salir un rato.

Empecé a revivir.

Reiner me llevaba a sus propias sesiones de entrenamiento, lo observaba con admiración preguntándome que como era posible que yo también hubiera podido moverme así.
Fuimos a ver las nuevas instalaciones del cuartel, también asistí a las pruebas para guerreros, viendo correr a esos niños mientras se esforzaban por complacer a su instructor, me sentía extrañamente nostálgica.

- Probablemente descarten a la mayoría en tan solo el primer mes - habló Reiner. 

- Siempre es lo mismo - suspiró Pieck - descartan a la mayoría por cualquier mínimo inconveniente..

- Y está bien. Tienen que ser así de estrictos - dijo Porco - al fin y al cabo, alguno de esos niños terminará convirtiéndose en guerrero. No puede ser cualquiera, así como pasó con el inútil de Reiner...