" - Soy una enemiga - dijo con convicción provocando que mi corazón se estrujase.
Ya lo sabía.
Pero dolía, dolía verla de esa manera, con una cuchilla apuntando a mi pecho mientras temblaba débilmente.
¿Como era posible que aquella chica a la que ha...
Apreté los dientes con furia. Mis cuchillas era totalemente inútiles contra aquel titan, lo había intentado, pero siempre terminaban rotas. La única manera de detener al acorazado, era que Eren sea capaz de vencerlo.
Y digamos que no le tenía mucha fé a mi amigo. Sobretodo por lo que había pasado en Stohess, aunque vaya hipocresía la mía, había juzgado a Eren por dejar que sus sentimientos se interpongan en la misión cuando yo había hecho exactamente lo mismo. Si no hubiera sido por Armin probablemente seguiría llorando. Hice esos pensamientos al lado, concentrándome en la lucha de Eren contra el acorazado. A Eren no le estaba yendo mal, en realidad, empezaba a creer que teníamos una posiblidad.
Ambos titanes se encontraban ahora luchando debajo de la muralla, Reiner se abalanzó sobre Eren, pero él supo aprovechar bien su oportunidad, sujetó con fuerza a Reiner mientras lo aplastaba con todas sus fuerzas.
- ¡BIEN HECHO EREN! - gritó un soldado.
- Deberíamos ayudar...- murmuré.
- Pero todo su cuerpo está cubierto por esa coraza - dijo Mikasa.
- No..- Hange murmuró- es como los guerreros de la antiguedad con sus armaduras de hierro...para poder movilizarse tiene algunas partes del cuerpo desprotegidas...como..detrás de las rodillas...
El titan de Eren rugió triunfante al notar como la coraza del cuello de Reiner iba rajándose.
Mikasa y yo nos miramos. Ambas nos impulsamos hacia los 2 titanes, me dirigí hacia la pierna izquierda, saqué mis cuchillas e hice un corte con precisión tras su rodilla, Mikasa hizo lo mismo con la pierna derecha.
Aterrizamos en un árbol cercano, las piernas del titan cayeron totalmente inútiles. Eren aprovechó y lo sujetó con aún mas fuerza. Trozos de la armadura del acorazado salieron volando.
- ¡YA LO TIENES!- escuché que gritaba Armin.
- ¡VAMOS DESTRÓZALE EL CUELLO! - gritó Jean también desde la muralla.
- SACA A ESE TRAIDOR DE AHÍ DENTRO - gritó un soldado.
Miré la escena, sin saber exactamente como me sentía con aquello. Aún estaba poniendo en orden mis emociones. Solo intentaba olvidarlo, olvidar que Reiner era el que estaba dentro de aquel titan. No pensaba mucho en ello. Me concentraba en lo que estaba sucediendo en aquel preciso momento, sin pensar en nada más. No podía darme el lujo de volver a llorar. Ya tendría tiempo después.
Observamos con confusión como de pronto el acorazado se ponía a gatear empujando a Eren hacia la muralla.
- Pero que demonios..- murmuró Mikasa.
Él acorazado lanzó un grito escalofriante. Observé sin comprender, ¿estaba llamando a más titanes? No lo entendía, podía ver que todos tenían las mismas miradas de confusión. Sin embargo, por un momento nada sucedió.
De pronto un fuerte sonido se escucho. Di un grito de sorpresa al ver que el titan colosal nos caería encima.
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