Capítulo 1.

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Zehra.

Varsovia, Polonia.

"Y bajo la lluvia un beso apasionado y lento surgió. Luego de varios minutos pegados como goma de mascar, Philip decidió separarse de Antonella. La miró directamente a los ojos, le sonrió, mostrando su perfecta dentadura para luego mover sus labios y en un susurro decirle —"eres lo mejor que me ha pasado, mi bella Antonella."

—¡Por Dios! ¡¿Y esto que es Zehra, un cuento de hadas o que mierda?!

Espetó mi jefa con decepción y molestia, negando con su cabeza. Mi mirada cayó al suelo, avergonzada, mis dedos jugaban entre sí y mis piernas no dejaban de temblar.

—¿Crees que podrás ser una escritora reconocida en este mundo escribiendo esas estupideces de niña de cinco años? ¡Oh vamos, Zehra!

Gritó, exaltada, con los pelos de punta.

—Pero usted dijo algo para los adolescentes, además tan solo es un borrón, si quiere puedo cambiar lo que no le gustó —intenté tomar el papel de sus manos, sin embargo Dorota; mi jefa, apodada Ursula por todos en la empresa, fue más rápida que yo y alejó el papel de mi, para luego romperlo y tirarlo a la basura.

—¿Que concepto tienes de los adolescentes de hoy en día? O mejor dicho ¿en que mundo vives? Es que acaso no ves que los adolescentes de ahora pasan más tiempo en las páginas pornograficas que en los videojuegos —Dorota, toma asiento— no puede ser que yo siendo más mayor que tú lo sepa... —suspiró- Zehra, los adolescentes ya no viven del romance de princesas, ahora les gusta lo salvaje, lo clandestino, lo prohibido —clavó la mirada sobre mí.

—No entiendo —susurré, pero ella logró escucharlo.

Suspiró mordiéndose la lengua.

—Digo que escribas algo mejor que lo que acabo de leer, se que puedes hacerlo, se que tienes una mente grande y brillante con muchas ideas increíbles.

Ladeé la cabeza.

—Entonces... ¿sobre que debería escribir?

—Escribe algo sobre el sexo, anécdotas lujuriosas, escribe algo que transmita pasión y excitación al leerlo, algo que describa y que contenga la lascivia, algo que te caliente —dijo lentamente y su imaginación comenzó a volar— algo que te erice la piel, que te haga morderte los labios, algo que haga palpitar a tu se...—la interrumpí.

—¿Como se supone que yo escriba algo tan obsceno? Nunca en mi vida he intentado algo así.

—Sal de tú zona de comfort, explora lugares donde el sexo sea lo más normal para las personas que lo habiten, abre tu mente, no la limites a una sola cosa, o escribe sobre tus propias fantasías, o ¿es que acaso no tienes fantasías?

Si tengo fantasías, y muchas para mi gusto. Pero pensar en eso me agobia, ya que mi cuerpo se calienta y un juguete no es suficiente para satisfacerme, aunque haya otras opciones para saciar las ganas no soy de esas chicas que se acuestan con cualquier persona solo para satisfacerse.

—Entiendo lo que quieres decir, así que no nos salgamos del tema principal, se que es lo que quieres y lo lograré, ahora si no tienes nada mas que decirme me iré a mi oficina...

—Antes de irte... estoy buscando a una escritora que quiera durar un tiempo en la empresa asociada con la de nosotras, ya sabes que Irenka se enfermó y la señorita Irina necesita ocupar el puesto de Irenka urgentemente, ¿quieres ir?

Me miró por encima de sus lentes y no esperó a que yo abriera la boca bien para contestar a su pregunta.

—Muy bien, mañana mismo te irás a Rusia a primera hora, cuando llegues te estará esperando el chofer de la señorita quien te llevará directamente a la empresa, y recuerda, no me decepciones, le dije que eres una de las mejores escritoras, aunque ciertamente no me sentía segura de lo que decía, pero ahora eso da igual, ya puedes irte.

My sweet Zehra[+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora